'Hemos tomado decisiones basadas en datos': ministro Andrés Camacho sobre crisis eléctrica

Destaca que desde marzo de 2023 se vienen tomando medidas para evitar un racionamiento de energía y que las decisiones se han tomado con base en los datos que han entregado el Ideam y el Ministerio de Ambiente. 

"No subestimamos nada, por ello el país sigue encendido y con la capacidad de su sistema eléctrico a máximo nivel", asegura el ministro.

No hemos parado de trabajar. Desde 2023, la Comisión Asesora de Coordinación y Seguimiento de la Situación Energética (Cacsse) o PMU ha articulado a los actores del Sistema Energético Nacional para afrontar los impactos de El Niño. 

El trabajo ha sido en 6 frentes: gestión, logística y mantenimiento del Sistema Interconectado Nacional; gestión y logística para el suministro de gas, carbón y líquidos; seguimiento al comportamiento de los recursos hídrico, térmico, solar y eólico; campañas de comunicación sobre el uso eficiente de energía; revisión y ajuste de aspectos normativos y regulatorios para garantizar la viabilidad de las acciones, y seguimiento a la nueva infraestructura del sistema de transmisión. En ese marco, hemos tomado más de 50 acciones.

Hemos liderado medidas para reducir la demanda, lograr el desarrollo oportuno de los mantenimientos y detectar alertas tempranas. Desde octubre lanzamos la campaña 'El fenómeno de El Niño no es un juego', con especial énfasis en el cuidado de la energía y el agua. 

Para garantizar la disponibilidad de combustibles, la Creg ha avanzado en flexibilizar el abastecimiento de gas para las térmicas, así como todo un plan de alistamiento para la logística y disponibilidad de recursos de generación para todas las térmicas. 

En cuanto a las acciones para garantizar el incremento de capacidad disponible, se han hecho gestiones para agilizar el incremento de capacidad de generación, particularmente las relacionadas con la entrada de Hidroituango, y para agilizar la conexión de proyectos de energía renovable tenemos en marcha un plan llamado 6GW. 

Para preservar el recurso hídrico, desde 2023 se tomaron medidas, como limitar la venta de energía a Ecuador. A su vez, durante esta última fase y desde marzo, el ministerio emitió una resolución para definir una meta térmica de generación de energía que permita la conservación del nivel del embalse. A todo esto se suman 15 medidas de reforzamiento que se anunciaron el jueves para prevenir un racionamiento. 

Estas medidas han sido tomadas de acuerdo con los reportes meteorológicos realizados por el Ideam y el Ministerio de Ambiente. A la fecha se ha garantizado el suministro de energía en todo el país y no ha habido racionamiento, estamos haciendo todo lo necesario, trabajando con toda la capacidad del sector para que sea suficiente. Estoy seguro de que juntos vamos a lograrlo. 

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Los datos que nos ha dado el Ideam nos hablan de situaciones cambiantes y, por eso, trabajamos con modelos semanales a los que les hacemos seguimiento diario. 

El PMU de energía se encuentra operando día a día en un seguimiento estricto de la situación, tenemos puesta toda nuestra capacidad técnica para analizar todos los escenarios y así garantizar el suministro de energía en el país. 

Activar el Estatuto de Riesgo de Desabastecimiento es una medida que dependerá de cómo se desarrolle la situación. Hemos tomado decisiones basadas en datos. 

Inicialmente, el Ideam pronosticó que El Niño -que comenzó en noviembre de 2023- terminaría a finales de abril. Sin embargo, en días pasados nos advirtió de un Niño fuera de lo normal al que se sumó, en la segunda semana de abril, un fenómeno atípico difícilmente predecible denominado Oscilaciones de Madden-Julian.

Este fenómeno es producido por el calentamiento de los océanos que ocasiona una onda de calor que evita que llueva. Es por ello, y porque trabajamos con los datos del Ideam, que formulamos medidas de reforzamiento, entre ellas, un programa de uso eficiente de la energía cuidando que no traslade costos adicionales a los usuarios. 

Este fin de semana esperamos que sea aprobada la resolución de la Creg que establece este programa y estamos preparando la pedagogía, las piezas y el seguimiento para lograr la mayor efectividad de este programa en los días que vienen.

Nosotros activamos el PMU para enfrentar El Niño con todas las entidades del sector desde que fue declarado el fenómeno. La primera contingencia que tuvimos por la sequía fueron los incendios forestales de inicio de año, desde allí y con el monitoreo y vigilancia que hacemos desde el PMU se han adoptado las medidas claves para afrontar este fenómeno. 

Lo cierto es que la emergencia climática es una realidad, hemos alcanzado máximos históricos de temperatura y mínimos históricos de lluvia. A pesar de esta condición crítica, con las medidas adoptadas hasta la fecha hemos logrado llegar a esta fase final del fenómeno de El Niño y superarlo. 

Con el análisis diario de los datos que tenemos, toda la institucionalidad de este sector ha estado puesta en función de superar la sequía. No subestimamos nada, por ello el país sigue encendido y con la capacidad de su sistema eléctrico a máximo nivel. 

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Todas las acciones sugeridas y tratadas en el PMU han sido atendidas, las de orden regulatorio han sido expedidas. De hecho, desde diciembre alistamos un paquete de medidas para el fenómeno de El Niño. 

Así que, tal como he insistido a lo largo de esta entrevista, tengo la certeza de que hemos tomado las decisiones técnicas con la información que contamos día a día y que a pesar de la emergencia climática se ha logrado, hasta el momento, atender esta situación.

Tal como he sostenido desde que soy ministro, la transición energética es un proceso, y la emergencia climática que estamos viviendo nos demuestra la urgencia de acelerarla. Nuestro sistema de generación de energía debe prepararse para condiciones cada vez más extremas y allí la diversificación es fundamental. 

La entrada de más y más capacidad de generación de energía con fuentes renovables es fundamental. Tenemos que avanzar en la actividad exploratoria en clave de energía, no solo con los recursos convencionales, también, y muy rápidamente, hidrógeno verde, energía eólica costa afuera y la geotermia. 

La crisis climática es una realidad y enfrentarla supone la reducción de emisiones de CO2 y avanzar hacia la reducción de nuestra dependencia económica de los hidrocarburos. De lo contrario, tendremos que enfrentar con más frecuencia sequías y catástrofes climáticas. Por ello, insistimos en la necesidad de la entrada de más energía renovable, que le garantice al país la transición energética y la energía suficiente para satisfacer la demanda. 

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Hemos tomado acciones para que esto no ocurra. Las resoluciones de la Creg que venimos adoptando desde 2023 están orientadas al flujo de caja de las comercializadoras y a la flexibilización de las transacciones en el mercado de la energía.

 Además, aumentar la oferta de energía a partir de la venta de excedentes de generación o disponer de mayor suministro de combustibles para la generación térmica. Con esto buscamos que el componente de generación de la tarifa de energía eléctrica no aumente. 

A su vez, hemos venido trabajando en ajustes en el comportamiento de la bolsa de energía para asegurar que no tengamos ningún tipo de especulación, pero este es un tema estructural en el cual debemos seguir trabajando.

Este fenómeno de El Niño nos hace un llamado a avanzar en la transición energética justa. Debemos diversificar nuestra matriz energética para ser menos susceptibles a los fenómenos climáticos. 

Actualmente, nuestra matriz energética se compone casi en su totalidad por energía hidráulica (66,23 por ciento) y termoeléctrica (30,18 por ciento), mientras que la energía solar (2,53 por ciento) y eólica (0,09 por ciento) tienen aún una baja participación. 

Entre 2022 y 2024 se han puesto en operación 46 de estos proyectos y para 2027, con base en los resultados de la última subasta de Cargo por Confiabilidad, lograremos tener una matriz compuesta en un 24 por ciento por energía térmica, 50 por ciento hidráulica y 26 por ciento de energía solar y eólica. En pocas palabras, dentro de tres años habremos multiplicado por 10 la participación de las fuentes no convencionales en la matriz energética del país.