Estos fueron los alimentos que encarecieron el mercado de los colombianos en abril

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Si usted es de las personas que en abril tuvo que destinar un poco más de dinero para hacer mercado, pero además, al llegar a la casa se percató que habiendo pagado más no llevó la misma cantidad de alimentos que en meses anteriores, es porque, en buena medida, el factor climático ya le comenzó a pasar factura a su bolsillo, a través del alza de precios de algunos productos básicos de la canasta familiar.

Y es que después de varios meses a la baja, la inflación de alimentos registró en el cuarto mes del presente año un repunte y superó el 1 por ciento. Desde diciembre del 2022 no se observaba un movimiento al alza. 

De hecho, el comportamiento mensual del índice de precios al consumidor (IPC) en abril (0,59 por ciento) se explicó principalmente por las mayores variaciones en las divisiones de alimentos y bebidas no alcohólicas (1,16 por ciento), y Alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles (0,93 por ciento), según lo revelado ayer por Piedad Urdinola, directora del Dane.

​Lo preocupante para muchos es que ese comportamiento se puede mantener hacia adelante, según lo advierten algunos analistas del mercado. Para los economistas del BBVA Research en los meses siguientes "la tendencia al alza de la inflación anual de alimentos se mantendrá, principalmente a razón de efectos de comparación bajos para mayo y junio. No obstante, no se deben descartar algunos efectos rezagados de factores climáticos sobre los perecederos, que pueden generar algunas presiones adicionales sobre la canasta de alimentos y mantener las variaciones mensuales por encima del promedio histórico 2011-2019".

Para Jackeline Piraján, economista de Scotiabank Colpatria, más del 85 por ciento de la inflación de abril está recayendo sobre el precio de los alimentos y sobre el precio del alojamiento y los servicios públicos. "En los alimentos es probable que ya se esté empezando a ver el efecto del fenómeno climático en la afectación de cosechas y por ende en los precios", dice.

Por el lado de los alimentos las presiones al alza se observan desde la canasta de productos perecederos, que muestran una variación anual de 3,7 por ciento, reflejando un incremento de 575 puntos básicos frente al dato del mes anterior. 

Esas presiones provienen de subclases como frutas frescas, que registraron una variación mensual de 5,73 por ciento. El tomate de árbol fue uno de los productos que tuvo una mayor variación en su precio en abril, con 22, 87 por ciento, junto con las moras, 11,07 por ciento; la naranja y los bananos, con 6,96 y 4,51 por ciento, respectivamente.

Otro de los productos básicos de la canasta familiar que se ubicaron entre los de mayor costo para el cuarto mes del año fue la papa, con una variación en sus precios de 9,5 por ciento; también el tomate con 6,91 por ciento; las hortalizas y legumbres frescas de 1,98 por ciento, entre otros.  

Para el centro de estudios económicos Anif la elevada variación del subgrupo de frutas frescas está asociada a los efectos sobre los cultivos causados por el Fenómeno del Niño, factor que "era motivo de incertidumbre ya que la presión generada por este rubro se imprime directamente en el efecto regresivo que podría materializarse en los próximos".

Según los analistas del BBVA las alzas en esos alimentos lograron contrarrestar la moderación que presentaron las subcanastas de procesados y de carnes, que descendieron en 70 y 49 puntos básicos, alcanzando variaciones anuales de 3,1 y 2,2 por ciento, respectivamente. 

En particular, dentro de los procesados, las contribuciones negativas a la inflación anual vienen dadas por aceites comestibles, legumbres secas, maíz y arroz, indicaron

Lo que viene

El consenso de los analistas apunta que el tema de los alimentos continuará muy ligado al tema climático, ya no tanto por el fenómeno del Niño, sino por el impacto que pueda causar la temporada de lluvias sobre los cultivos y cosechas.

​"Durante los próximos meses persisten algunos factores que podrían incidir en la tendencia presentada hasta el momento. En primer lugar, los efectos del fenómeno del Niño comienzan a ser evidentes en el precio de los alimentos y la energía por lo que será importante seguir monitoreando el comportamiento de este rubro. De igual manera, la indexación, como es natural en los primeros meses mantiene su importancia en rubros como el arriendo, la educación y el transporte", advierten los analistas de Anif.

Algo en lo que coinciden en BBVA Research, que considera que la inflación de alimentos continuará ascendiendo durante el segundo trimestre del año, llevando a que la inflación total tenga un ritmo lento de descensos en este periodo. A pesar de esto, la inflación sin alimentos seguirá descendiendo, permitiendo que la total al cierre de 2024 esté cerca del 5,4 por ciento. ​

​Piraján, del Scotiabank Colpatria, cree que, para final de año la variación en el costo de vida de los colombianos se ubique en niveles del 5,5 por ciento, que indica que de aquí al final de año cada progreso mensual será mucho más lento de lo que se experimentó en el primer trimestre. 

"Lo anterior se atribuye a que es durante el primer trimestre donde se tiene la mayoría de ajuste en los precios, eso no ocurre durante el resto del año y por eso se tendrán progresos menos marcados de aquí en adelante", puntualiza.

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