‘Constituyente es inviable, inoportuna e inconveniente’: Marta Lucía Ramírez

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ELa exvicepresidenta Marta Lucía Ramírez opina, en entrevista con EL TIEMPO, que la constituyente propuesta por el presidente Gustavo Petro es un “globo”. No obstante, advierte que frente a ella hay que ser “tremendamente cuidadosos”. Sobre el apoyo a la idea que han manifestado líderes políticos como Germán Vargas Lleras, dice que “no se puede contribuir a abrir una caja de Pandora”, porque eso “sería llevar a Colombia a un abismo”

Ha estado casi dos años, desde que terminó el gobierno de Iván Duque, sin hablar con los medios. ¿A qué se ha dedicado?

Era prudente guardar un tiempo de silencio. Es prudente dejar que quienes llegan al Gobierno tengan la posibilidad de mostrar su gestión, de moverse y no quise aparecer como con ansias de protagonismo, sino que quise aprovechar mi tiempo. He trabajado sin parar toda mi vida, de tal manera que quería dedicarle un poco de tiempo a mi familia, a mí misma, a mi papá, que es un hombre mayor. Ha sido un tiempo de familia, de trabajar pensando cómo seguir aportando a este país, aunque no tenga un cargo público. He estado en conferencias, en clases en universidades, trabajando en un tema que me apasiona, que es el empoderamiento económico, emocional y político de las mujeres, y haciendo algunas asesorías en temas de transparencia y prevención en materia de corrupción, crecimiento económico, fortalecimiento de la democracia, entre otros.

Marta Lucía Ramírez, exvicepresidenta

Marta Lucía Ramírez, exvicepresidenta

Foto:Cortesía Marta Lucía Ramírez

También se estrenó como columnista de este diario. ¿Cómo se ha sentido estas semanas?

Eso me tiene contenta porque he recibido bastantes comentarios de gente que me estimula a seguir opinando sobre temas que conozco. Han sido, sobre todo, comentarios muy positivos porque si bien he hecho críticas, las he hecho de forma constructiva, propositiva. Siempre diciendo: falta eso, pero podemos hacer esto otro. A este país le sobran agoreros de oficio. Creo que se tiene que hacer una mirada serena de lo que hace falta y hacer aportes constructivos.

Ha guardado silencio estos casi dos años del gobierno del presidente Gustavo Petro. ¿Cómo ha visto estos 20 meses de gobierno?

Desafortunadamente, veo que es un gobierno que está perdiendo una gran oportunidad de mostrar que la izquierda sí es capaz de gobernar, y gobernar bien. Hubiera sido una maravillosa oportunidad de haber dejado desconcertado a todo el mundo haciendo bien la tarea de gobierno, vinculando a los mejores, haciendo unos nombramientos por meritocracia, convocando a oír a todos los sectores para lograr una gestión pública que fuera impecable. Pero, lejos de eso, lo que hemos visto, lamentablemente, ha sido un gobierno muy intransigente. Obviamente un Gobierno siempre se parece al presidente. Cada gobierno se parece a su líder, entonces sabemos que este es un presidente que es intransigente, es muy mesiánico, sin duda, muy dado a dar anuncios y en esos anuncios con cero capacidad de señalar metas, indicadores, hacer seguimiento, tener una buena ejecución. Petro está muy dispuesto siempre a culpar a los demás, nunca a hacer autoreflexión.

Desafortunadamente, veo que es un gobierno que está perdiendo una gran oportunidad de mostrar que la izquierda sí es capaz de gobernar, y gobernar bien.

¿Cuál es la consecuencia de esto?

En estos 20 meses se les ha deteriorado la calidad de vida a todos los colombianos y hoy por hoy, también está todo este tema de cuál es el siguiente paso, si puede el país estar en riesgo de una ruptura institucional. Colombia ha sido un país con un presidencialismo que es exagerado y un presidencialismo tan fuerte necesita tener mucha cabeza fría y mucha serenidad, y unos pesos y contrapesos que funcionen, una independencia de poderes que no se sienta desafiada desde el Ejecutivo sino, al contrario, una independencia que se ejerza dentro del espíritu de la Constitución, que es la colaboración armónica de los poderes. Lamentablemente, en este momento, el balance del Gobierno ha sido negativo. Los colombianos quisiéramos ver un presidente que trabaje y que deje trabajar a la gente, que convoque a la unidad nacional. Hoy vemos una sensación de caos, de improvisación enorme y lo que queremos es decirle al Presidente es que todavía está a tiempo de comportarse como un estadista haciendo, realmente, todas las reformas que el país necesita, pero no un presidente que esté en ese tono amenazante permanentemente. La gente tiene temor porque cada vez que uno oye que amenaza la libertad de prensa, empresarial, al Congreso, a las Cortes, las relaciones internacionales, uno dice que hay que estar muy atento a que esto no coja un rumbo totalmente indeseado.

Usted dice que el presidente Petro vive echándoles la culpa a los demás y hoy, a 20 meses de gobierno, sigue culpando al gobierno de Iván Duque, del que usted hizo parte...

Salir uno después de dos años a echarle la culpa a los anteriores gobiernos y tratar, además, de esconder los escándalos propios tratando de señalar que en el gobierno anterior todo era corrupto, es totalmente inaceptable. Y que todo era mafioso en Colombia desde la Constitución de 1991, nos muestra es una falta de rigor, de compromiso con hacer realmente un gobierno que construya y que le sirva a Colombia. Hoy no se puede estar mirando para atrás, sino explicando por qué las cosas hoy no son las que el país estaba esperando. Este estilo de culpar a todos y de estar contra todos es un estilo de defensa verborrea. Lo que estamos viendo es que todos los días se polariza. Estamos viendo un presidente que le gusta estar en modo subversión y polarización, en permanente hostigamiento. Desde la cabeza del estado debe de haber unidad nacional.

Hace una semana el presidente Petro anunció su idea de convocar a una asamblea nacional constituyente. ¿Cómo ve esa propuesta?

Lamentablemente, este es otro más de los globos que el presidente está acostumbrado a soltar cada vez que quiere esconder algo que está pasando, o bien al interior de su gobierno por escándalos de corrupción y por deficiencias en la gestión o bien por las investigaciones de la campaña presidencial y la financiación o tratando de tapar el sol con las manos. Es un globo, pero desafortunadamente, sí está dispuesto a hacerlo andar y a hacerlo andar al costo que sea. Ahí es donde uno tiene que ser tremendamente cuidadoso.

Marta Lucía Ramírez

Marta Lucía Ramírez, exvicepresidenta

Foto:Cortesía Marta Lucía Ramírez

¿Cree que tiene futuro esa propuesta?

Es inviable, inoportuna, inconveniente, sobre todo cuando vemos que es un presidente que es poco dado a cumplir las reglas y a respetar las instituciones. En el curso de la semana él ha mandado un mensaje distinto y es que sí quiere acudir a una constituyente primaria, es la convocatoria al pueblo, y es una convocatoria que, de alguna manera, se confunde con vías de hecho. Es que llamar a la gente a la calle es de pronto provocar una anarquía. Llamar a la gente a salir a defender algo que nadie les está quitando hoy es ponernos a destruir instituciones que hemos construido durante 200 años. Cuando dice que los cabildos abiertos y asambleas populares, lo que está haciendo es desconocer totalmente las instituciones. ¿Hasta dónde está dispuesto a llegar? Ya vimos lo que produjeron esas convocatorias a las calles en 2019 y 2021. Hay que recordarle al Presidente que tiene suficientes instrumentos legales y constitucionales para gobernar.

Pero de todas maneras hubo líderes políticos que le compraron la idea, como Germán Vargas Lleras. ¿Cómo leer eso?

Me parece que es muy desconsiderado con Colombia. Es desconsiderado salir a hacer este juego, decir que sí, que nos enfrentamos en las urnas. No podemos jugar con la estabilidad de Colombia. No se puede contribuir a abrir una caja de Pandora, porque eso es una gran irresponsabilidad. Sería llevar a Colombia a un abismo. Además, este es un presidente que ha demostrado que no cree en las instituciones, que no las respeta, que no le sirven, que está dispuesto a hacer lo que sea para destruir y eso no le sirve a Colombia. ¿Cómo se va a meter uno en semejante caja de Pandora? Acá se peca por ingenuidad o se peca por oportunismo. No podemos, de ninguna manera, caer en esa emulación de machitos buscando posicionamiento político, viendo a ver si están después como constituyentes y reencauchar políticamente aspiraciones. Hay que hablarle al país con serenidad y decir que una constituyente es equivocada. Acá no necesitamos bravuconadas ni pulsos de machos, sino que necesitamos serenidad, responsabilidad y el llamado permanente a la estabilidad y eso se hace con pedagogía, con sensatez, con madurez, no es una emulación de un ring de boxeo.

El líder natural de Cambio Radical, Germán Vargas Lleras.

El líder natural de Cambio Radical, Germán Vargas Lleras.

Foto:Néstor Gómez

¿Cómo ve el país hoy en temas económicos?

Sabemos que la economía colombiana, a pesar de todo y con todas sus dificultades, ha sido una de las más estables de la región. Cuando hemos tenido un crecimiento negativo ha sido, básicamente, por factores externos, totalmente ajenos a nosotros y así ha sucedido cuando el covid, como a finales de los 90. Lo que uno ve es que se perdió totalmente el ímpetu, el impulso con el que veníamos no solamente recuperando la economía colombiana del covid sino haciendo algo que desde la Vicepresidencia trabajamos con todos los gremios de la producción, que era lograr repotenciar la economía colombiana. ¿Qué quiere decir eso? Es que no nos olvidemos que la economía colombiana ha perdido posicionamiento a nivel global, ha perdido tal vez unos tres, cuatro puntos en los últimos años porque nuestra economía era la 29 en el mundo en 2021 y en 2029 pasó a la 39.

¿Cómo leer esos datos?

Se perdió el impulso que nos permitió lograr ese crecimiento histórico en el año 21 después del covid, en el 2022, que se terminó el Gobierno y dejamos creciendo la economía por encima del 6 por ciento, entonces uno día cómo es posible que hayan abandonado todo ese esfuerzo que se ha construido con los gremios de la producción que habíamos sido capaces de estimular tanto la inversión en Colombia y hoy estamos viendo unos niveles de unos mínimos históricos en la caída de la inversión. Vemos cómo ha caído el PIB y también vemos que ese 0,6 por ciento es muy lamentable porque está muy por debajo de lo que necesita el país con el desafío además que tenemos nosotros, no solamente de superar esta pobreza creciente sino también lo que significa casi 3 millones de venezolanos que tenemos acá en Colombia. Todos estos mensajes del Gobierno lo que han generado es una pérdida es estímulo, de entusiasmo por invertir en Colombia. Acá está en juego el futuro del crecimiento económico.

¿Qué opina de la actitud del Gobierno en esa materia?

Es muy desafortunado cómo hay ministros que han salido a descalificar totalmente sectores de la producción que le generan al país inversión, impuestos, riquezas, regalías, empleos y llegan olímpicamente, destruyen eso. Hay que pensar seriamente en que muchas de las decisiones que se toman con tanta ligereza. Se deberían presentar demandas, no solamente contra los decretos y resoluciones administrativas sino que acá tenemos que presentar demandas y, cuando sea el caso, denuncias penales contra los funcionarios responsables porque sus decisiones y anuncios están generando unas consecuencias tremendamente negativas para la confianza en el país.

Acá no necesitamos bravuconadas ni pulsos de machos, sino que necesitamos serenidad, responsabilidad y el llamado permanente a la estabilidad y eso se hace con pedagogía, con sensatez, con madurez, no es una emulación de un ring de boxeo.

El presidente Petro habló de corrupción en el pasado Gobierno y que se le entregó el poder a las mafias. ¿Qué responde?

Hace parte del estilo muy desfavorable del Presidente de la República, quien con tanta ligereza sale y dice que se robaron los recursos. Yo sí le digo al Presidente, si se robaron los recursos de la paz, ¿cuáles fueron los que se robaron? ¿Dónde están las investigaciones? ¿Por qué no las ha pedido? Ahí tiene una fiscal que fue recientemente elegida y viene de una terna presentada por él. ¿Por qué no tenían las denuncias listas y las presentaron al día siguiente? Sí me parece que es demasiado grave que se diga eso sin ningún fundamento, sin ninguna información. He participado de distintos gobiernos y nunca vimos este nepotismo que hemos visto en este gobierno, donde las ministras contratan a sus novios, compañeros permanentes, sin ningún problema. Hay que tener prudencia y respeto en lo público pero, sobre todo, entender que el nepotismo no es una buena manera de gobernar.

También dijo que desde las mafias han estado gobernando. ¿Qué opina?

Eso no es cierto, claro que Colombia ha sido un país que ha tenido la presencia desafortunada de mafias y él, muy curiosamente en la entrevista con Andrés Mompotes, director de EL TIEMPO, ni menciona siquiera lo que ha significado la presencia del narcotráfico en esos grupos terroristas, guerrilleros que le son tan afectos y con los cuales él quiere sentarse a manteles y hacer dizque la 'paz total'. Es muy importante que le pida a la Secretaría de Transparencia que le informe, porque tal vez no ha tenido tiempo de leer todos los informes de empalme. Pero durante nuestro gobierno tuve en la Vicepresidencia el manejo y la coordinación de la Secretaría Transparencia con la doctora Beatriz Londoño. Le llevamos al Presidente de la República muchísimas iniciativas que apoyó todas con mucho entusiasmo.

Gustavo Petro, presidente de Colombia

Gustavo Petro, presidente de Colombia

Foto:EFE

¿Cómo cuáles?

Se sacó un Compes que fue el 4070 del 2021 sobre el modelo de Estado abierto, basado en transparencia, integridad, legalidad, un principio fundamental que es el de la prevención en materia de corrupción y de corresponsabilidad. Sacamos una ley muy importante, que es la 2195, pero vemos que el Secretario de Transparencia en lugar de estar haciendo anuncios sobre el proceso electoral hace unos meses, porque se dedicó a eso, ha debido a dedicarse reglamentar esa ley que lleva 20 meses sin reglamentar.

¿Por qué es importante esa ley?

Tiene iniciativas muy importantes, como por ejemplo llevar un registro individualizado para los contratos que tienen los contratistas con el Estado. La obligación de publicar en el Secop toda la contratación, las inhabilidades de más de 10 años para las personas que han tenido sanciones. La transparencia en toda la contratación y, sobre todo unos programas que han sido un sector de innovación pública que nos reconocieron a nosotros en la Ocde. Fuimos líderes en la innovación de políticas públicas contra la corrupción.

Usted fue también ministra de Relaciones Exteriores, ¿qué opina de la polémica por la licitación de los pasaportes?

Lo que vemos es que con esa excusa de querer darle más transparencia al proceso, porque el Presidente, caprichosamente, dijo que no quería una licitación de un solo oferente. Pero entonces tiene que cambiar la ley, porque la Ley 80, que es la de contratación, permite que se gane una licitación una empresa si fue el único proponente. Usted puede convocar a muchos en una licitación, pero si no se presentan o no cumplen, pues adjudicar es algo totalmente lícito. Pero con la excusa de darle mayor transparencia hicieron lo contrario.

¿Qué opinión tiene de su sucesora, la vicepresidenta Francia Márquez?

No me gusta hablar sobre los sucesores, creo que uno tiene que respetar su cuarto de hora. Pero la hubiera querido ver a ella dándole continuidad a temas de la Vicepresidencia como la transparencia y la lucha contra la corrupción. Me hubiera gustado mucho que ese trabajo que dejamos hecho por las mujeres, como la iniciativa del Fondo Mujer Emprende, y la verdad es que está funcionando pero creo que con los recursos que se le han dado a la Vicepresidenta y a su Ministerio de la Igualdad, quisiera ver muchos más proyectos productivos de mujeres de todas las razas, de todas las regiones. Acá no podemos gobernar solamente para un color, tenemos que gobernar queriendo que todas las mujeres se vuelvan protagonistas de ese crecimiento económico y de ese desarrollo. Yo estoy convencida que en la medida en que las mujeres seamos generadoras de riquezas, este país nuestro, de verdad, va a bajar esos niveles de desigualdad y los niveles de violencia contra la mujer.

Tengo preocupación pero infinitamente más esperanza en la determinación de todos los colombianos e infinitamente fe en Dios de que acá no dejaremos que suceda la tragedia de Cuba, Nicaragua y Venezuela.

¿Cómo salir de esta crisis en la que parece estar inmersa el país?

Su pregunta es difícil. Tengo temor sobre el futuro. Más que temor, siento preocupación de perder el rumbo y qué las familias de Colombia pierdan parte del patrimonio que han construido con tanto esfuerzo. Creo que la salida de más de 4.500 millones de dólares al exterior, nos muestran esa preocupación. Sin duda son desalentadores los mensajes amenazantes, que hacen pensar que son capaces de volver a incendiar el país y amedrentar a los ciudadanos con el caos y las vías de hecho como sucedió en el 2019 y 2021. De alguna manera, siento que nos están midiendo el aceite y tenemos que entender que nos corresponde a todos la defensa de la democracia y del futuro.

Pero, ¿qué podemos hacer?

La Fuerza Pública debe actuar contra los criminales de todos los pelambres y, sobre todo, impedir que sigan creciendo los secuestros, homicidios y extorsiones como vimos ayer en ese video aterrador en Barranquilla. Impedir que sigan enseñándose en contra de los más pobres y vulnerables. No he oído al presidente ni a sus ministros decir nada sobre esos criminales del gota a gota que destruyeron la vivienda de una pobre mujer con su hijo en brazos porque no pudo pagar 60.000 pesos. Pero tengo confianza y fe en que entre todos lograremos contrarrestar las cosas malas que suceden cada día. Al país tenemos que defenderlo con estrategia, con método, con trabajo, con reflexión, pero sobre todo, con más acción propositiva. Acá todos tenemos un rol que desempeñar desde la ciudadanía. 

¿Cuál es su llamado?

Desde todos los sectores estamos obligados a hacer pedagogía, explicar a nuestros jóvenes que no es cierto que todo el pasado fue malo, ni corrupto, mostrarles que Colombia logró de manera sostenida reducir sus índices de pobreza durante los últimos 25 años al pasar del 55 por ciento en el 2000 a bajar al 34 por ciento en el 2018 pero a pesar de haber sido una de las economías de mayor crecimiento después del covid gracias a la reactivación, hoy hemos subido dos puntos la pobreza al 36,7 por ciento y vemos que no hay agenda de reducción de la pobreza diferente a la del asistencialismo, por lo cual debemos explicar a los jóvenes que así no se corrigen los factores estructurales de pobreza, sino por el contrario, vuelven más dependiente a la gente y le quitan dignidad a los ciudadanos. Tengo preocupación pero infinitamente más esperanza en la determinación de todos los colombianos e infinitamente fe en Dios de que acá no dejaremos que suceda la tragedia de Cuba, Nicaragua y Venezuela.

MATEO GARCÍA - REDACCIÓN POLÍTICA - En X: @teomagar

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