'Le tenemos desconfianza a una presidencia de Katherine Miranda en Cámara de Representantes': María del Mar Pizarro

La representante a la Cámara María del Mar Pizarro, del Pacto Histórico, habló con EL TIEMPO sobre la siguiente legislatura, en la que la agenda del Gobierno seguirá siendo protagonista.

Además, se refirió a la lucha por la presidencia de la Cámara de Representantes, dignidad que le corresponde a la Alianza Verde. Dijo que no confía en Katherine Miranda, quien tiene serias posibilidades de ganar, y abrió la puerta para apoyar a Martha Alfonso o a Jaime Raúl Salamanca.

¿Qué balance hace de la legislatura que terminó, marcada por el hundimiento de la reforma de la salud y la aprobación de la pensional?

Fue una legislatura muy compleja. Hay que tener en cuenta que no tenemos ni mayorías claras, ni minorías claras. Es muy curioso cuando la oposición dice que hay que respetar el estatuto de la oposición, pero en esta legislatura vimos partidos de gobierno que se comportaron como oposición. No está muy claro quiénes son mayorías y minorías. Fue un semestre muy complejo y se sintió, muchas veces, que el Gobierno perdía el pulso, como pasó con la reforma de salud. Pero la aprobación la pensional y la ley de endeudamiento, entre otros, fueron unas grandes victorias para el Gobierno. En términos legislativos el Gobierno queda, creo yo, muy bien parado en esa disputa de poderes que hay en el Congreso de la República.

María del Mar Pizarro, representante a la Cámara del Pacto Histórico

Foto:Prensa María del Mar Pizarro

Se viene también una legislatura intensa. Volvería una reforma de la salud, la estatutaria de educación y sigue el trámite del a laboral. ¿Cómo se están preparando como bancada?

Está muy claro que se viene la reforma laboral y este será un pulso muy importante para el Gobierno. Esa iniciativa ha sido muy modificada bastante. En la pensional había mucho consenso, pero la laboral es más compleja que la reforma pensional y esta va a ser una de las grandes apuestas del Gobierno. La laboral es una gran oportunidad para mejorar muchas barreras que tiene la pequeña y mediana empresa a la hora de contratar. Voy a dar la pelea por meter algunas proposiciones que beneficien a este sector y, sobre todo, para que veamos que la ley no afecta a la pequeña y mediana empresa. Estamos a la espera si se va a tramitar una nueva ley estatutaria de educación. Como bancada nos hemos reunido no solo a evaluar los proyectos del Gobierno sino también los proyectos que tenemos como bancada. Yo, por ejemplo, tengo proyectos como el control de especies invasoras y 10 proyectos más.

A propósito de las pequeñas y medianas empresas, algunos congresistas tienen dudas sobre los cambios en recargos nocturnos y dominicales. Dicen que para una gran empresa no será dificultad pagar recargos desde las 7 de la noche, pero para una panadería podría ser más complejo. ¿Qué hacer ahí?

En el trámite en la Comisión se ajustó el tema de los derechos colectivos, pero eso beneficia generalmente a grandes empresas, en la medida en que las pequeñas empresas no tienen sindicatos, por ejemplo. Eso quedó pendiente de salir de Comisión, cómo vamos a ayudar a la pequeña y mediana empresa. Tendremos que hacer proposiciones para que los recargos sean progresivos con respecto al tamaño de la empresa. Hay temas que no se han tocado, como el abandono del puesto de trabajo. Un trabajador que tiene todo el conocimiento te deja tirado el puesto de trabajo y eso es gravísimo para una empresa que tiene dos o tres empleados. Tenemos qué ver cuáles son las barreras que tenemos que subsanar en esta reforma.

En Senado el presidente sería Efraín Cepeda, pero en Cámara hay una dura puja entre Katherine Miranda, Martha Alfonso y Jaime Raúl Salamanca, principalmente. ¿Qué análisis hace de este panorama? ¿Cómo se van a mover como bancada para evitar que suceda lo del año pasado en Senado, donde la presidencia quedó en manos de un opositor cuando pudo haber quedado en manos de alguien más neutral?

La reforma pensional nos dejó muy bien parados ahí porque demostramos en los últimos días de legislatura que podríamos demostrar unas mayorías muy estables. Eso nos ayuda a tener un mayor peso en la lucha de poderes por la presidencia de la Cámara. Estuve trabajando con Katherine Miranda en la reforma tributaria, recién se inició el Congreso, y con el Plan Nacional de Desarrollo. Siento que Katherine Miranda tenía una agenda paralela a la del Gobierno siendo la coordinadora del proyecto. Yo prendí las alarmas y dije que no había un trámite justo. La tarea de Katherine, de cierta manera, era defender muchos puntos rojos para el Gobierno en los que siempre nos decía que teníamos que ceder. Muchas veces confiamos en ella y nos vimos traicionados y lo mismo pasó en el Plan Nacional de Desarrollo. Esto hace que desde el Pacto Histórico se dio un quiebre muy grande con ella. Nosotros como bancada, como el Gobierno, le tememos desconfianza a la presidencia de Katherine Miranda porque en el pasado no fue una persona leal y transparente.

¿Entonces?

Apoyamos un candidato del verde que no sea Katherine Miranda. Tenemos muy claro que necesitamos un candidato que tenga las posibilidades de representar nuestra agenda política pero también de ganar. Lo más dañino que se puede hacer es entrar fraccionados.

Claro, ya quedó la experiencia de la derrota en Senado el año pasado...

Con la mayor velocidad, el Gobierno tiene que escoger si su candidato es Martha Alfonso o Jaime Salamanca. Martha es alguien muy afín al Gobierno, cualquiera puede decir que su desempeño en la reforma de la salud tanto en la pensional es increíble. Pero Jaime Salamanca también es un tipo muy conciliador que además tiene detrás muchos apoyos políticos que nos pueden ayudar a contrarrestar el poder de Katherine en esa carrera por la presidencia.

Ya cumple dos años como congresista, ¿cómo ha sido esta experiencia?

Vengo de la empresa privada y, para ser honesta, al principio era: ¿qué es esto? Me parecía fatal porque la empresa privada es mucho más organizada, los procesos son muy distintas. Fue un poco traumático encontrarme con esta pared burocrática con la que se maneja el Estado. Vengo con muchos sueños de hacer cosas con la ciudadanía y muchas veces uno se encuentra con una pared burocrática. He estado en una curva de aprendizaje. Y algo que me sorprendió mucho es que, si bien existe la idea de que en el Congreso no se trabaja, que los congresistas son unos vagos. Eso es un lugar común muy rentable para los twitteros y para los medios cuando se le echa agua sucia al Congreso. Pero esto le hace un profundo daño a la democracia. Al final, son los congresistas los que representan a la ciudadanía. Seguramente habrá congresistas corruptos, pero también hay unos muy decentes. La mayoría de los congresistas son muy trabajadores.

MATEO GARCÍA 

Periodista de Política