El momento histórico en materia política que ve Irlanda del Norte

BELFAST, Irlanda del Norte — Bajando las escaleras en el edificio del Parlamento de Irlanda del Norte el 3 de febrero, Michelle O’Neill lucía tranquila. Sonrió brevemente mientras estallaban los aplausos, pero su mirada, por lo demás seria, transmitía la gravedad del momento.

El partido político que representa, Sinn Féin, fue moldeado por la sangrienta lucha de décadas de los nacionalistas irlandeses en el territorio que soñaban con reunirse con la República de Irlanda y deshacer la partición de 1921 que mantiene a Irlanda del Norte bajo dominio británico.

Ahora, por primera vez, un político de Sinn Féin ocupa el máximo cargo político de Irlanda del Norte, un momento histórico para el partido mientras se restablece un Gobierno de poder compartido. El cargo de Ministro Principal siempre lo había desempeñado un político comprometido con ser parte del Reino Unido.

“Como Ministra Principal, estoy totalmente comprometida a continuar la labor de reconciliación entre todo nuestro pueblo”, dijo O’Neill, de 47 años.

La idea de un Ministro Principal nacionalista en Irlanda del Norte, y mucho menos uno de Sinn Féin, un partido con vínculos históricos con el Ejército Republicano Irlandés, alguna vez fue inconcebible.

Pero la transformación de Sinn Féin —de un partido marginal que alguna vez fue el ala política del IRA, a una fuerza política que obtuvo la mayor cantidad de escaños en las elecciones del 2022 en Irlanda del Norte— es también la historia del cambio político y los resultados del Acuerdo del Viernes Santo de 1998, que puso fin al conflicto sectario de décadas llamado los Problemas.

Aún no está claro qué significará un Ministro Principal de Sinn Féin para las esperanzas de quienes quieren reunificar la isla. Los expertos creen que esto aún está distante. Por ahora, los dos principales poderes políticos del territorio —unionistas y nacionalistas— están atrapados en el acuerdo de poder compartido establecido en el Acuerdo del Viernes Santo.

Ese acuerdo se había derrumbado por la cuestión de cómo se ven a sí mismas las potencias políticas de Irlanda del Norte después del Brexit.

Los unionistas demócratas abandonaron el Gobierno en el 2022, tras la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, que había establecido una frontera comercial entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido. Queriendo salvaguardar los vínculos con Gran Bretaña, el DUP temía que la frontera marítima fuera el primer paso para separarlos.

Recientemente, el Gobierno británico acordó reducir los controles aduaneros, fortalecer el lugar de Irlanda del Norte dentro del Reino Unido y entregar 3.3 mil millones de libras, unos 4 mil millones de dólares, en incentivos financieros.

Los expertos dijeron que el ascenso del Sinn Féin era más un reflejo de las fracturas que aparecieron entre los partidos unionistas después de que Gran Bretaña abandonó la Unión Europea, que un aumento generalizado del nacionalismo irlandés. Las encuestas sugieren que la mayoría de la población de la isla no apoya la unificación. Muchos electores vieron al Brexit como algo económicamente perjudicial y una amenaza a las relaciones transfronterizas; la isla había disfrutado de décadas en las que la membresía a la UE ayudó a apuntalar la paz.

Por ahora, el Gobierno restaurado en Belfast tiene asuntos más urgentes para atender. El mes pasado, decenas de miles de trabajadores del sector público dejaron sus puestos en protesta por los salarios. El sector del cuidado de la salud está en crisis y el aumento en el costo de la vida se ha sentido más intensamente allí que en cualquier otro lugar del Reino Unido.

Por: Megan Specia