Así vigilan una amenaza climática invisible desde el espacio: es el principal ingrediente del gas natural

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Hace seis años, los científicos del Fondo de Defensa Ambiental (EDF), una organización sin fines de lucro, estaban midiendo las fugas de metano de sitios de petróleo y gas en todo Texas. Dondequiera que miraron —utilizando aviones, drones, mediciones terrestres e incluso dispositivos portátiles— encontraron que el gas se estaba escapando a un ritmo mucho más rápido de lo que las empresas habían revelado.

¿Y si eso estuviera sucediendo en todo el mundo?

Su solución: construir un satélite para rastrear el metano a escala global, algo que los científicos no habían hecho antes —solo lo habían hecho gobiernos o empresas privadas.

“Todo el mundo pensó que era una locura”, dijo Steven Hamburg, científico titular del jefe del EDF, quien dirigió el proyecto.

EDF reunió un equipo de unos 70 científicos e ingenieros y recaudó alrededor de 88 millones de dólares de donadores filantrópicos —un presupuesto reducido dado el alcance del proyecto.

El satélite fue lanzado al espacio el 4 de marzo en un cohete transportador Space X.

El metano, un gas incoloro e inodoro, es el ingrediente principal del gas natural, quemado en centrales eléctricas y fábricas de todo el mundo, así como en los hogares. El gas es mucho más limpio de quemar que el carbón, pero tiene un gran problema: es muy dado a fugas. Se filtra de los sitios de perforación de petróleo y gas. Escapa de las tuberías. Algunos operadores simplemente lo liberan al aire en lugar de invertir en la infraestructura para capturarlo.

Cuando el metano escapa a la atmósfera, actúa como una pesada colcha en el cielo, atrapando el calor del Sol y calentando el mundo. Los científicos estiman que las emisiones de metano causadas por el hombre son responsables de hasta el 30 por ciento del calentamiento global.

Averiguar dónde se producen las emisiones de metano ha sido un desafío.

Allí entra MethaneSAT.

El satélite porta un espectrómetro que usa la luz reflejada de la superficie de la Tierra para calcular el metano en parte de la atmósfera. Varios satélites monitorean el metano, pero escanean áreas más amplias con resoluciones más bajas. Las capacidades de MtaneSAT se sitúan en algún punto intermedio.

MethaneSAT tiene como objetivo “ver” entre el 80 y el 90 por ciento de la producción mundial de petróleo y gas durante 15 rotaciones diarias alrededor de la Tierra.

EDF hará que los datos de MethaneSAT estén disponibles gratuitamente a principios del próximo año, permitiendo a las compañías de petróleo y gas o a los reguladores ambientales ubicar y reparar fugas más rápido. Los científicos también esperan entender quién es el responsable de las filtraciones.

El lanzamiento coincide con los esfuerzos en todo el mundo para regular mejor el metano. Las nuevas normas de la Unión Europea imponen límites a las emisiones de metano a las importaciones de petróleo y gas. En las pláticas globales sobre el clima del año pasado, una coalición de 50 compañías de petróleo y gas se comprometió a reducir sus emisiones entre un 80 y un 90 por ciento para fines de esta década.

“Damos la bienvenida al hecho porque compartimos el mismo objetivo que EDF”, dijo Bjorn Otto Sverdrup, presidente de la Iniciativa Climática de Petróleo y Gas, un grupo de 12 grandes empresas de petróleo y gas que se ha comprometido a reducir las emisiones de metano.

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