Antes del 2026 no habría una solución integral para La Mojana

hace 2 días 4

Las autoridades están en alerta por la inminente llegada del fenómeno de La Niña, que según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) tiene un 65 por ciento de probabilidades de presentarse entre julio y septiembre. Y si bien es difícil predecir dónde se presentarán emergencias, hay una región en la que infortunadamente es fácil saber qué efectos tendrán las lluvias: La Mojana. 

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Las afectaciones en esta zona están marcadas por una seguidilla de soluciones de corto plazo, las cuales terminan en una fotografía que vuelve a tomarse casi todos los años: el rompimiento del dique Cara de Gato. Este punto, conocido por ser rebosado una y otra vez por el río Cauca, es el nombre propio de una tragedia hasta ahora imposible de detener. 

"No se podían hacer las obras pegadas al río por el peligro de
que este las dañara,
que fue lo que pasó con Cara de Gato".

El más reciente rompimiento se registró el 6 de mayo. Con él van cerca de 3.000 familias damnificadas en Sucre y otras 944 (unas 3.000 personas) evacuadas. Ante este crítico panorama, los habitantes de la zona han exigido soluciones estructurales y de largo plazo. El último gran proyecto, que prometía terminar la crisis con un paquete de obras, se venía concretando en el gobierno de Iván Duque, pero este se cayó. Ahora, la administración Petro busca, desde su Plan Nacional de Desarrollo (PND), ejecutar una propuesta integral de “ordenamiento alrededor del agua”, cuyos avances son discretos.

Boquete de 'caregato' en La Mojana

Boquete de 'caregato' en La Mojana

Foto:Archivo particular

¿Por qué el problema va más allá de un dique? Hay que entender que La Mojana es un extenso territorio que ocupa municipios de Sucre, Bolívar, Antioquia y Córdoba, conocido por tener un sistema de humedales único en el país y ser el hogar de cerca de 405.000 personas. Esta región ha sido descrita históricamente como inundable, pues allí confluyen tres de los grandes ríos del país: Magdalena, Cauca y San Jorge. 

Cara de Gato no ha sido una estructura de contención suficiente, pues en épocas de mayores lluvias se rompe. Las últimas emergencias (2005, 2010, 2019) y los rompimientos del dique en 2021 y mayo de 2024 ponen en evidencia la vulnerabilidad de la región y la falta de soluciones estructurales.

En busca de lograr una, el gobierno Petro presentó en el PND una nueva forma de enfrentar la problemática, a la que llama “ordenamiento del territorio alrededor del agua”. Este enfoque sugiere entender los usos y abusos del suelo para planificar mejor el ordenamiento territorial y adaptarse a la naturaleza. 

Al respecto, Carlos Carrillo, director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) –que no se encarga de soluciones de largo plazo–, le indicó a este diario que el Fondo de Adaptación y el Ministerio de Ambiente “vienen adelantando un proyecto, que se calcula va a pasar los dos billones de pesos, de restauración ecológica de La Mojana”. Además, aseveró que la solución no es tapar Cara de Gato y cuestionó una contratación de su antecesor, Olmedo López, para construir un dique carreteable que se rompió –dice– sin que existiera una creciente (ver entrevista).

EL TIEMPO habló con Paola Miranda, subgerente de proyectos del fondo a cargo de La Mojana, quien explicó que lo que están desarrollando con Minambiente es un programa integral para ese territorio. “Se ha propuesto un esquema de convergencia regional e institucional para la implementación de medidas estructurales y no estructurales que planteen e implementen alternativas sostenibles” en La Mojana, apuntó. 

Agregó que el éxito de esto ha sido poder garantizar 2,9 billones de pesos en tres grandes proyectos en los que confluyen recursos del Presupuesto General de la Nación, el Fondo para la Vida y el Sistema General de Regalías del Ocad Caribe. 

Según explicó, allí se mezcla la infraestructura con bioingeniería y estrategias de ordenamiento, “potenciando el uso y aprovechamiento sostenible con la protección de los ecosistemas”.

Además, se trabaja en entender las dinámicas (hídricas, ecológicas, socioeconómicas, entre otras) de esta región para lograr una gestión integral del territorio.

El primero de los tres grandes proyectos mencionados es la “recuperación de las dinámicas hídricas naturales de la región de La Mojana en el contexto actual de cambio climático y reducción del riesgo”, para el que hay destinados 1,12 billones de pesos entre 2024 y 2026. A este se suman la “implementación de acciones de gobernanza ambiental para la gestión integral del agua como base del ordenamiento territorial sostenible”, con 1,24 billones de pesos, y las obras en ocho municipios de la región (562.500 millones). 

Mojana inundada

Mojana inundada

Foto:Cortesía: Arcesio Paredes

"Se ha propuesto un esquema de convergencia regional e institucional para la implementación de medidas estructurales y no estructurales que planteen e implementen alternativas sostenibles".

Lo que pasó antes

El gobierno Petro no ha sido el único que ha intentado implementar soluciones de fondo. En la administración Duque se aprobaron dos documentos Conpes para La Mojana. El primero fue la Declaratoria de Importancia Estratégica Regional (Conpes 4076), en marzo de 2022, por 1,8 billones de pesos. Este proyecto contaba con un componente regional de las bolsas de Antioquia, Sucre, Bolívar y Córdoba, en el que por regalías se destinaban 521.000 millones de pesos; sin embargo, al tratarse de una vigencia futura, los recursos debían ser comprometidos durante el primer año de vigencia, 2022. Al no darse esto, los rubros, finalmente, no se ejecutaron. 

En mayo de 2022 se avaló el Conpes 4084, que promueve para el 2030 la resiliencia climática a fin de fomentar el desarrollo sostenible, productivo y competitivo de La Mojana con un presupuesto de 54.000 millones de pesos y 23 entidades involucradas en acciones que incluyen infraestructura y trabajo socioecológico en la región. Sin embargo, según el sistema de seguimiento de Conpes del Departamento Nacional de Planeación, la ejecución del 4084 tiene un avance del 29,17 por ciento en su meta final con corte a 2023 (última fecha actualizada).

¿Y Cara de Cato?

Ahora bien, volviendo a la problemática de Cara de Gato, según una fuente del Gobierno consultada, una de las barreras en La Mojana es que “las instituciones del Estado no se ponen de acuerdo: un día dicen que tapan Cara de Gato, al otro dicen que ese es un territorio del agua y, por tanto, todo lo que allí se haga es inútil”.

En esta materia, los expertos coinciden en que Cara de Gato no debe tratarse como se ha hecho en los últimos años. De acuerdo con Juan Guillermo Garcés, consultor experto en La Mojana y coautor del Programa de Desarrollo Sostenible de esta región, cuando se hizo el estudio hace 20 años se indicó que era necesario hacer un dique entre Colorado, Guaranda y Achí. “El proyecto implicaba un jarillón carreteable, pero retirado de la orilla del río Cauca. (...) No se podían hacer las obras pegadas al río por el peligro de que este las dañara, que fue lo que pasó con Cara de Gato”, dice.

También está el eje climático. Camilo Prieto, profesor de Cambio Climático de la Universidad Javeriana, enfatiza que en La Mojana, “mientras no se migre hacia actividades estacionales, siempre va a haber damnificados”.  Esto es una realidad que se suma a los efectos del cambio climático. Como lo señala el meteorólogo Christian Euscátegui, “los eventos extremos cada vez son más impactantes, (...) no solo en La Mojana, sino en varios territorios del país”. 

Cabe recordar que los zenúes habitaron la zona y lograron adaptarse al territorio. Para Rafael Mateus, especialista en temas de sostenibilidad ambiental, “la idea no es que no haya momentos de lluvia o que la gente crea que lo que hay que hacer es secar las zonas; las inundaciones se deben dar como parte del proceso normal”. 

Pero mientras se logra tener mayor claridad sobre la región y se materializan los proyectos del Gobierno, preocupa que aún no se tiene un plan a corto plazo para enfrentar La Niña, que dejaría pérdidas por 20 billones de pesos. Según el director de la UNGRD, esto no ha sido posible debido a que –hasta el 13 de junio pasado– solo seis de los 32 departamentos (ninguno con influencia en La Mojana) habían presentado un plan de respuesta al respecto. Esto es esencial para articular una estrategia en cada caso.

Carrillo reiteró que desde la entidad dictan lineamientos, “pero cada actor del sistema tiene unas capacidades” que debe comunicar. “Eso no implica que nosotros no estemos actuando”, enfatizó. 

Lo cierto es que La Niña amenaza con volver a dejar La Mojana en apuros. Y miles de familias, con incertidumbre, tendrán que mirar hacia Cara de Gato, que por lo visto seguirá siendo la piedra en el zapato en el desarrollo de una región cuyo potencial hídrico único no se ha sabido aprovechar.

ANA MARÍA MENA LOBO

Redacción Impreso 

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