Sexualidad, alcohol y religión: las conductas que están prohibidas en Catar y pueden implicar graves consecuencias legales

Este sábado se cumplen tres meses desde que el mexicano Manuel Guerreo fue detenido en Catar por su orientación sexual. Aunque en la primera audiencia del juicio en su contra, que inició el pasado lunes 22 de abril, las autoridades le imputaron el delito de posesión de drogas, sus familiares aseguran que fue una forma de negar que en realidad lo detuvieron por ser gay y vivir con VIH.

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Este caso, seguido de cerca por organizaciones de derechos humanos y de la comunidad LGBTIQ+, puso nuevamente el foco sobre las restricciones en el país árabe, así como en las duras consecuencias que conlleva incumplirlas.

Uno de los delitos más controversiales en Catar y por el cual las personas pueden ser castigadas hasta con tres años de prisión es, precisamente, la homosexualidad.

Pero mantener relaciones sexuales extramaritales, independientemente de si se está soltero o casado; así como dar demostraciones de afecto en público, consideradas en el país como “actos indecentes”, también son conductas ilegales y pueden resultar en arrestos y penas de hasta un año de prisión. 

Asimismo, el consumo de alcohol y tabaco en lugares públicos está totalmente prohibido en el país. Una restricción que fue especialmente polémica durante la última Copa del Mundo, celebrada en Catar en 2022.

En este sentido, las autoridades cataríes tienen la facultad de arrestar a las personas que se encuentren bebiendo en establecimientos sin permisos especiales para la venta y el consumo de alcohol, como restaurantes y hoteles; así como de imponer multas de hasta 3.000 riyales cataríes (aproximadamente 800 dólares estadounidenses).

Sin embargo, en casos más graves, los infractores de esta norma podrían incluso ser deportados del país. 

En el contexto de la justa mundialista, el gobierno de Catar estableció puntos y momentos específicos en donde las personas podían tomar y comprar alcohol.

En aquel momento, el director ejecutivo de Catar 2022, Nasser Al-Khater, también dispuso lugares para que las personas en estado de ebriedad pudieran descansar, de lo contrario y de ser vistas en la calle, se enfrentaban a pagar multas de hasta 900 dólares. 

Otro de los aspectos que más causaron controversia durante la celebración del mundial y siguen siendo un tema de debate son los estrictos códigos de vestimenta establecidos, en especial para las mujeres.

Si bien no existe una ley específica que establezca una pena de prisión para quienes no los cumplan, las autoridades del país sí tienen la facultad de arrestarlas y detenerlas por este motivo.

En la práctica, las mujeres que no se vistan de manera "modesta" en lugares públicos, cubriendo sus hombros y rodillas, pueden ser reprendidas por la policía o incluso por los mismos miembros de la comunidad.

Los hombres, en todo caso, también tienen prohibido portar prendas muy ajustadas o ceñidas al cuerpo, así como el uso de ropa escotada o que enseñe mucha piel. 

Entre los castigos ante esta conducta aparecen las multas de hasta 3.000 riyales cataríes (aproximadamente 800 dólares), penas entre cinco y siete años de prisión y, en caso de ser extranjero, correr el riesgo de ser deportado del país.

El proselitismo religioso, entendido como la intención de convertir a otra persona a una religión particular, también es ilegal en Catar.