¿Qué hace el presidente Petro en las marchas de los trabajadores?

hace 2 semanas 28

El Gobierno Nacional puso a andar a toda la maquinaria oficial para lograr una masiva presencia en las calles durante la conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores en las que el presidente Gustavo Petro quiere ser el protagonista.

Esta fue una de las instrucciones recibidas por los ministros en el cónclave del fin de semana en Paipa, Boyacá. Así lo transmitió la ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez, al dar el parte de los temas tratados:

 “Reiteramos el compromiso de este gobierno con los derechos de los trabajadores y trabajadoras. Es importante también decir que por esto marcharemos el 1 de mayo: por la paz, por la vida, por las reformas sociales. Todos a la calle nos vemos el 1 de mayo", dijo ella.

Gloria Inés Ramírez, ministra del Trabajo.

Gloria Inés Ramírez, ministra del Trabajo.

Foto:ANDREA PUENTES

Su mensaje va en línea con la decisión del Presidente de participar en las marchas de los trabajadores como una respuesta a las movilizaciones del domingo 21 de abril en las que amplios sectores rechazaron la gestión del Gobierno.

Les solicitaré este 1 de mayo a los trabajadores y trabajadoras que me permitan hablar en su tribuna de la plaza de Bolívar. Iré como antes, caminando, espero que me acompañen en todo el país, será un caminar por la dignidad laboral”, dijo Petro.

La cuestión es: ¿Qué efectos tendrá la presencia del hombre más poderoso del país junto a trabajadores que precisamente salen a exigir mejores condiciones laborales?

Lo primero que hay que decir es que es legítimo y el gobierno está en todo su derecho de acompañar y apoyar las marchas del primero de mayo. No hay prohibición legal alguna, tampoco resulta extraño que lo haga en cuanto gran parte de su apoyo y estructura política es de base sindical, que en últimas son quienes tradicionalmente convocan y salen a marchar, dice el analista Gabriel Cifuentes.

Para este experto, eso no quiere decir que las marchas del 1 de Mayo se puedan traducir en unas marchas de apoyo al gobierno necesariamente. Por un lado, estas marchas se realizan desde hace décadas acá y en todo el mundo como una expresión para reivindicar las luchas laborales y los derechos de los trabajadores. 

Las iniciativas del Gobierno deben responder a las necesidades actuales del país.

Las iniciativas del Gobierno deben responder a las necesidades actuales del país.

Foto:Jaiver Nieto. EL TIEMPO

Eso explica que haya voces al interior del sector sindical que advierten sobre la inconveniencia que estas manifestaciones tradicionales se asocian a un gobierno en particular, así sea un gobierno que los apoye. “Se corre el riesgo de que se pierda el foco y el propósito de las marchas y que se confundan con una marcha a favor del gobierno, desdibujando su importancia y politizando la actividad”, dice Cifuentes.

Por otro lado, es claro que después de las masivas manifestaciones del 21 de abril convocadas por la oposición, las marchas del 1 de mayo serán usadas por el gobierno como contrapeso para demostrar (así no todos los marchantes necesariamente salgan para apoyar al presidente Petro) que no ha perdido el pulso en la calle.

“El gobierno no puede perder ese pulso: nació de las manifestaciones sociales, alega que su base es el pueblo movilizado y que ahí reside el verdadero constituyente. Unas manifestaciones lánguidas dejarían muy mal parada a la administración y a la narrativa de que el presidente representa el poder popular de las calles”, dice Cifuentes.

El editorial de EL TIEMPO de este domingo dice que mejorar el bienestar de los trabajadores y crear nuevas plazas sólo puede venir por la vía de la concertación. “El riesgo es que se cierren los caminos para el entendimiento por efecto de la polarización”, asegura este diario.

“Con el panorama claro, a sabiendas de la situación y los retos de los trabajadores, que su movilización del próximo miércoles sea utilizada por el Ejecutivo en función de pugnas políticas es, cuando menos, cuestionable. Se dejan de lado el debate y la reflexión necesarios para enfrentar, con aporte de todos –gremios, Gobierno, sindicatos– tan exigentes desafíos”, añade el editorial.

Eso explica, en buena medida, que los sindicatos se muestran divididos sobre cómo actuar este 1 de mayo frente al Presidente.

Así se ve la marcha en Medellín.

Así se ve la marcha en Medellín.

Foto:Jaiver Nieto

Hasta ahora ha trascendido que una vertiente de la Confederación General del Trabajo (CGT), el sector liderado por la presidenta Miryam Luz Triana, se niega a que aparezca ese día y piden "respeto" al día del trabajador y la trabajadora.

En su caso, ella participó con cientos de trabajadores en las marchas del 21 abril contra “esa reforma nefasta” de pensiones y “la de salud” que consideran va en detrimento de ellos.

“La CGT ratifica que no acudirá a la utilitaria convocatoria del presidente y algunas organizaciones sindicales y sociales afines a sus mandatos para presionar la aprobación incondicional de sus políticas y reformas”, manifestó la organización en un comunicado en el que además reiteró que su compromiso es con un sindicalismo “democrático” y “autónomo”.

Mientras que el sector Percy Oyola, quien ha apoyado al Gobierno Nacional desde el 2022, sí estará en las calles junto al presidente Petro ya que valoran las reformas “aún en contra de las fuerzas poderosas que se oponen a estos cambios y que intentan desestabilizar al gobierno y detener estas transformaciones”.

El expresidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Diógenes Orjuela, considera que el hecho de que Petro decida convocar a las calles del 1 de mayo no significa "que los marchantes y toda la dirigencia sindical respalden a su gobierno y sus cuestionadas reformas. Lo hace apoyado por los sindicalistas del petrismo que violan la autonomía e independencia de los sindicatos".

"En todo el mundo los trabajadores, sus familias y demócratas conmemoramos hace más de cien años la reivindicación de derechos, la soberanía nacional y el bienestar para todo el pueblo. Que no asalten las celebraciones de los trabajadores este 1 de mayo en las calles para desvirtuar su espíritu reivindicativo por un falso apoyo al gobierno. No todo el sindicalismo está cooptado por el gobierno de Petro", expresó.

Por su parte, la Confederación General del Trabajo (CGT) en Antioquia anunció que no se movilizarán en respaldo al Gobierno Nacional: “Nuestra CGT Antioquia este año tampoco se movilizará en defensa de los intereses del Gobierno nacional o sus nefastos proyectos de reforma, pero sí conmemora esta importante fecha con los trabajadores, realizando diferentes actividades culturales, académicas y concentraciones", escribieron.

 Sergio Acero Yate / El Tiempo.

Aspecto de una manifestación de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT)

Foto:Sergio Acero Yate / El Tiempo

“El gobierno se equivoca al querer “recuperar” la calle como espacio de legitimación, más aún en el primero de mayo. Si bien es válido reconocerse de origen popular, en la pluralidad de reivindicaciones del movimiento obrero hay organizaciones en oposición o independencia frente al gobierno. En vez de eso, debería encontrar canales de diálogo y atención a las demandas de dichos sectores, por ejemplo a través de sus encuentros regionales”, dice Camilo Cruz Merchán, politólogo de la Universidad Nacional, en un artículo publicado en el portal Razón Pública titulado ‘Marchas y contramarchas: ¿quién domina las calles?’

No es la primera vez que un presidente se suma a las marchas de los trabajadores. Fabio Zambrano, docente del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales, IEPRI, de la Universidad Nacional dice: “Hay un antecedente: Alfonso López Pumarejo invitó a los sindicatos el primero de mayo al discurso desde el balcón del Palacio de la Carrera. Él llamaba al partido comunista: mi pequeño partido liberal”.

“Esta actitud formaba parte de la apertura política que estaba impulsando en su primer gobierno (1934-1938). Fue una política bastante heterodoxa en ese entonces. Por supuesto los contextos son totalmente diferentes al actual. En los treinta está más referenciado al fin de la hegemonía conservadora y por lo tanto estaba buscando aliados en esa gesta”, anota Zambrano.

Marcha de centrales obreras en Medellín

Marcha de centrales obreras en Medellín

Foto:Jaiver Nieto. EL TIEMPO

Con el presidente Petro hay un aspecto que los analistas también piden evaluar. ¿Aprovechará el jefe del Estado la presencia masiva de colombianos para reclamar que ellos salieron en su defensa?

“En las marchas de apoyo a Gustavo Petro del pasado 27 de septiembre de 2023 el gobierno nacional movilizó 570 buses y repartió 22.000 kits de comida para lograr llenar sus eventos en Medellín y Sincelejo. El costo de la comida, producción y transporte fue de $7.951.121.000”, denunció en las últimas horas el concejal de Bogotá Daniel Briceño, un abogado de 32 años que se ha hecho conocer por su escrutinio a los gastos del gobierno.

El experto Merchán dice en su análisis que la carrera política de Petro se ha basado en su capacidad de movilización.

“Sus tres campañas presidenciales fueron apoyadas por la imagen del candidato capaz de “llenar la plaza”. Además, el contexto del “estallido social” facilitó que por primera vez una fuerza de izquierda fuese apoyada por la mayoría de los colombianos. No menos importante, la posibilidad de una constituyente, expresión que trastornó el debate público en semanas anteriores, se manifiesta en la movilización y organización continua de la sociedad como base del poder”.

Y ahora viene esta jornada del 1 de mayo en la que habrá que leer tanto la forma como el fondo. Esto es el número de manifestantes y el contenido del discurso del Presidente.
Tras el cónclave de Paipa el ministro del Interior Luis Fernando Velasco dijo que la reunión había sido para hacer autocrítica, corregir los errores, tender puentes y escuchar a los demás colombianos que no son seguidores del Pacto Histórico.

¿El Presidente seguirá esta línea o endurecerá su discurso? 

POLÍTICA

Read Entire Article