¿Qué dijo México ante decisión de EE. UU. de liberar al acusado de matar a un migrante?

Esta semana se dio a conocer que George Allan Kelly, un texano acusado de haber asesinado al migrante mexicano Gabriel Cuén Buitimea, fue liberado de todos los cargos. Ante la situación, las autoridades mexicanas lamentaron la decisión y anunciaron la posibilidad de tomar nuevas medidas.

Marcos Moreno Báez, cónsul general de México en la ciudad fronteriza de Nogales, dijo que el gobierno mexicano está insatisfecho debido a la decisión de los fiscales estadounidenses de no volver a juzgar al texano.

Vale la pena recordar que se tenía la opción de volver a someter a juicio a Allan Kelly, pero finalmente se tomó la decisión de desechar el caso. "Nos parece una decisión muy lamentable. Exploraremos otras opciones con la familia, incluyendo un proceso de materia civil", aseguró Moreno a la agencia de noticias AP.

Los fiscales que acusaron a George Kelly aseguran que, a pesar de que el grupo de inmigrantes no representaban ningún peligro para la vida del estadounidense o de su esposa, el texano decidió disparar. Además, fue señalado debido a que llamó primero a la patrulla fronteriza y no al servicio de emergencias, y argumentó que había encontrado el cuerpo de un animal.

Cuando se dio a conocer que todos los cargos en su contra se habían eliminado, el hombre dijo al medio NewsNation que era inocente y que al fin podría continuar su vida al lado de su esposa, todavía en la frontera entre Estados Unidos y México. Aunque, aseguró, tendrán que pasar por dificultades económicas debido a que el proceso acabó con los ahorros de toda su vida.

¿Cuál fue la defensa del ranchero texano que asesinó a un inmigrante en la frontera?

En enero de 2023, el ranchero George Allan fue acusado de haber disparado al mexicano Gabriel Cuén, en Tucson, Arizona. Según el texano, fue el migrante quien se había girado hacia él y le había apuntado. En esa misma línea, afirmó que únicamente lanzó tiros de advertencia para alejar a las personas que, según su declaración, además vestían ropa de camuflaje y portaban mochilas.

Otro argumento que dio la defensa es que la bala que mató al mexicano nunca fue encontrada, por lo que hablaron de la posibilidad de que en realidad hubiera sido atacado por un grupo de traficantes con la intención de robarle sus cosas. No obstante, en el lugar no se encontraron otras armas ni drogas.