Que deliciosa fruta en Nueva Zelanda que presagia la llegada del otoño

El otoño en Nueva Zelanda presagia la llegada de una fruta verde del tamaño de un huevo que cae de los árboles a un grado tal que a menudo se regalan cubetas de ella a vecinos y colegas. Sólo en casos de extrema desesperación la compra la gente.

La fruta fresca, cuya pulpa es arenosa, gelatinosa y de color crema, se utiliza en quequitos, pasteles, mermeladas y batidos, y comienza a aparecer en los menús de alta cocina cada mes de marzo —el inicio del otoño en el hemisferio sur. Fuera de temporada, se encuentra en alimentos y bebidas tan variados como jugos y vino, yogur y kombucha, chocolate y palomitas de maíz.

Esta fruta omnipresente es la feijoa, originaria de América del Sur. Su sabor es difícil de describir. Pero lo que es fácil de identificar es que, al igual que el kiwi, que se originó en China, y el kiwi, un ave nativa, la feijoa se ha convertido para muchos aquí en el símbolo por excelencia de Nueva Zelanda, o Aotearoa en la lengua nativa maorí.

“Definitivamente es algo que asocio con la pataka moderna de Aotearoa, la despensa de alimentos moderna”, dijo Monique Fiso, chef de ascendencia maorí y samoana que trabajó en los mejores restaurantes de Nueva York durante más de cinco años. Ahora, de regreso en Nueva Zelanda, es pionera de la cocina polinesia moderna. “Definitivamente es una de mis frutas favoritas con las cuales trabajar, especialmente cuando preparamos sorbetes, porque es muy refrescante”, dijo.

No todos los neozelandeses aman las feijoas, agregó. Es algo que ella no puede entender. “Me parece un poco loco”, dijo.

Para los fans, nada puede igualar la experiencia otoñal de comerse una cubeta entera de fruta recién caída. “Puedes cortarla a la mitad y comerla con una cuchara, o simplemente puedes abrirla con los dientes y chupar el contenido”, dijo con cierta nostalgia David Farrier, un cineasta neozelandés que vive en Los Ángeles.

La gente ha comparado las feijoas con las guayabas (un pariente lejano) y con una mezcla de piña y fresa.

El año pasado, una cerveza agria con sabor a feijoa, Wild Feijoa 2022 de 8 Wired, venció a más de 800 otras cervezas para ganar el primer lugar en los premios nacionales de cerveza. Su cervecero, Soren Eriksen, es originario de Dinamarca, pero vive en Nueva Zelanda desde hace casi 20 años.

“Me gustan con todo y piel”, dijo, y agregó que la piel de feijoa le dio a su galardonada cerveza lambic estilo belga su sabor especial. “Quería hacer algo que fuera tradicional, pero también exclusivamente kiwi”.

Rohan Bicknell, un australiano que importa y exporta frutas y verduras, descubrió accidentalmente las feijoas en el 2013, cuando la escasez de maracuyá en su país natal lo obligó a pedir algunas a Nueva Zelanda. Los proveedores también incluyeron varios cientos de kilos de feijoas. Bicknell las encontró deliciosas y se agotaron en una semana, compradas por nostálgicos expatriados neozelandeses.

“Se vuelven como niños”, dijo. “A veces tienes que escuchar sus historias de la infancia durante más o menos una hora. Pero te hace sonreír, incluso si lo escuchas 200 veces por semana”.