¿Por qué la jugadita de Petro al Senado con la reforma pensional?

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El presidente Gustavo Petro puso un palo en la rueda en la marcha de la reforma pensional al anunciar que quiere aumentar de 2,3 salarios mínimos a 4 salarios mínimos el umbral para los aportes a Colpensiones, tal como lo había acordado con el Senado. El jefe del Estado hizo borrón y cuenta nueva en una alocución televisada de 10 minutos, en la noche de este miércoles: “Pienso ponerlo hasta 4 salarios mínimos, si la Cámara me acompaña”. ¿Qué busca? ¿Por qué le hizo esta 'jugadita' al Senado?

No se trata de un asunto marginal. Al contrario, es un punto crucial. De hecho, el primer mandatario cedió bajar de los 3 salarios mínimos que inicialmente decía el proyecto a 2,3 para poder desbloquear en su momento la iniciativa en el Senado.

El acuerdo se hizo con las bancadas del partido Liberal y de 'la U' en el Congreso en un momento de máxima expectativa pues aún estaba diáfano el eco de las marchas en la que una enorme cantidad de ciudadanos salió a rechazar las reformas sociales.

Martha Peralta, Gloria Inés Ramírez, mintrabajo, y Jaime Dussán, presidente de Colpensiones

Martha Peralta, Gloria Inés Ramírez, mintrabajo, y Jaime Dussán, presidente de Colpensiones

Foto:@marthaperaltae

Caída la reforma de la salud, se auguraba un destino similar para la pensional. En el Legislativo se interpretó que el mensaje de la calle fue tan contundente que no solo era para el Ejecutivo. “La gente también nos habló a nosotros”, se escuchó decir en el Parlamento.

Sin embargo, un grupo de senadores aceptó negociar al considerar que sí era posible hacer avanzar una reforma que, como la pensional, es urgente, según las versiones de todos los actores políticos. La consideran indispensable en una sociedad en la que cada vez hay más pensionados y menos nacimientos con los cambios del concepto de la familia en Colombia por lo que no 'hay plata pa tanta gente'.

Por eso, le dijeron al Presidente que le jalaban a su propuesta siempre y cuando cediera en su propuesta de 4 salarios mínimos en la que, hay que recordarlo, él venía insistiendo desde la campaña.

Aceptó. Pero ahora dio marcha atrás y abrió la puerta no solo a que la reforma se hunda en la Cámara porque los partidos pueden considerar que no les van a cumplir sino, aún más grave, que el Presidente no juega de manera transparente.

Plenaria del Senado

Plenaria del Senado

Foto:César Melgarejo. EL TIEMPO

La sorpresa dio paso al malestar entre los partidos políticos. “Con esto, el presidente Petro traiciona los acuerdos hechos con los senadores liberales”, dijo el representante a la Cámara del partido Liberal, Juan Carlos Losada. 

“Pasar el umbral de 2,3 salarios mínimos a 4, en la Reforma Pensional, es el mejor ejemplo de la verdadera intención del falso mesías de estatizar pensiones para quedarse con más dinero para su proyecto político, el cual podría empezar a disponer al final de su mandato, en plena época electoral”, advierte, por su parte, el senador del opositor Cambio Radical, David Luna.

“¡Qué poco valor tiene la palabra de Gustavo Petro! Acordó con los senadores del Partido Liberal que el umbral del pilar contributivo de la pensional sería de 2,3 SMMLV y apenas se la aprueban en el Senado dice que buscará subirlo a 4 SMMLV. No hay que creerle ni lo que reza”, dice Andrés Forero, representante a la Cámara por el Centro Democrático.

Es difícil responder cuál es la intención del Presidente al correr este riesgo. Sin embargo, el analista Gabriel Cifuentes dice que “el Presidente, a pesar de los ingentes esfuerzos de la ministra de Trabajo Gloria Inés Ramírez por amasar un consenso, no quedó satisfecho con la solución lograda, la cual fue instrumental para contar con el apoyo de la bancada liberal y marcarse la primera victoria contundente de esta segunda legislatura”.

El Gobierno ha cedido en su propósito porque sea Colpensiones la entidad que manejaría los recursos que lleguen al fondo de ahorro previsional que se crearía con la reforma pensional.

El Gobierno ha cedido en su propósito porque sea Colpensiones la entidad que manejaría los recursos que lleguen al fondo de ahorro previsional que se crearía con la reforma pensional.

Foto:César Melgarejo

Para este analista se trata de un “taco de dinamita que el Presidente le pone al acuerdo logrado en Senado” y que puede leerse de varias maneras:

1. Confía en las mayorías que tiene en la Cámara donde cuenta con mayores apoyos y el presidente de la corporación de su lado (el liberal Andrés Calle).

2. En la práctica va a insistir en un modelo pensional prácticamente público en su totalidad, ya que con 4 salarios como base, quedarían en Colpensiones el 96% de los colombianos.

3. El principio del pacta sunt servanda (lo que se promete se cumple), no duró ni una semana. Esto pone en tela de juicio la seriedad de la palabra del Gobierno y siembra con mina de dudas frente a posibles acuerdos futuros en el marco de la concertación para otros proyectos.

Entre los analistas, como Cifuentes, también hay dos interpretaciones factibles adicionales. “La primera, que resultaría preocupante en extremo, que ese torpedo no improvisado sea medido. Una forma de auto-sabotaje que antecede y fortalece la narrativa del bloqueo institucional en el caso de que se convierta en la piedra en el zapato de las discusiones”.

De esta manera, “si logra avanzar en la reforma con los 4 salarios gana; si le tumban la reforma por el cambio en el modelo de pilares, también gana porque podrá culpar al Congreso del hundimiento de una reforma que no genera las mismas resistencias respecto de otros proyectos”.

Una segunda interpretación, es que proponga cuatro salarios para evitar que sigan bajando el número de salarios. En otras palabras, tener un margen de negociación para evitar que en las discusiones pueda volverse a la propuesta de la ponencia alternativa que preveía 1.5 salarios.
 
“Lanzando el anzuelo lejos, aseguraría, por lo menos, los 2.3 salarios que se acordaron en el Senado e incluso subir a 3 que era la propuesta original y con la que el gobierno se sentiría verdaderamente cómodo”.

Alejandro Chacón y la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez

Alejandro Chacón y la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez

Foto:César Melgarejo. EL TIEMPO

En efecto, hay quienes incluso creen que la jugada del Presidente es hecha adrede para luego de que se hunda la pensional, vuelva a exclamar que las instituciones como están lo bloquean y la única salida es una constituyente.
 
“No me extrañaría que el Presidente esté deliberadamente saboteando una reforma que se iba a aprobar fácilmente. Sé que suena paranoide, pero son los tiempos que vivimos”, escribió en X el analista Andrés Mejía Vergnaud.

Si el objetivo real del Presidente es el proceso constituyente, paradójicamente no le conviene la aprobación de sus propias reformas”, explica Mejía Vergnaud.

“Miren el caso de la pensional: si el Gobierno simplemente deja que el texto aprobado en el Senado pase a la Cámara, allí seguramente se aprobaría rápido y casi sin cambios. El Gobierno podría celebrar como victoria la aprobación de una reforma importante, lo cual para cualquier gobierno normal sería un logro”.

“Sin embargo, eso le haría perder fuerza al argumento de que las instituciones están bloqueando el "mandato popular" y por eso tienen que ser reformadas mediante un proceso constituyente”, asegura.

Con una constituyente en discusión y de difícil consecución, lo que sí es real es que desde Palacio se le está bajando el perfil al Congreso. 

“Con preocupación veo en este gobierno más que en los anteriores, cómo se desdibujan las funciones legislativas del Congreso, producto del control del ejecutivo sobre la agenda. Las declaraciones del Presidente envían un mal mensaje sobre la separación de poderes y la iniciativa del trámite legislativo - no todo es culpa del Gobierno - y sobretodo pareciera que desconoce que los acuerdos en el marco de la pensional, son producto de la concertación y diálogo con diversos actores, para encontrar soluciones”, dice el analista Gonzalo Araújo.

Además de la lectura política, hay que evaluar también el calendario. ¿Qué sigue ahora? En los primeros 10 días de mayo, el texto acordado en Senado debe llegar a la Comisión Séptima de la Cámara. Si llegan a aprobar un texto diferente, con 4 salarios mínimos de umbral de cotización en Colpensiones, el proyecto tendría que ir a conciliación. Si es así, ¿darán los tiempos?

La docente y analista María Lucía Jaimes dice que en este contexto, habría que barajar todo otra vez. "Tendrá que darse una nueva negociación sobre un valor mucho más alto de lo que se había considerado anteriormente. Porque lo dicho por el Presidente  puede entenderse como un desconocimiento de esos acuerdos. Lo cual podrá dificultar esa negociación con el Congreso que debe darse lo más pronto posible por los tiempos tan ajustados del cronograma legislativo", concluye la experta.

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