‘Petro no es el dueño del progresismo en Colombia’: Katherine Miranda

hace 2 semanas 10

Nuevas generaciones se han vuelto protagonistas en el Congreso. Una de sus caras es la de la representante Katherine Miranda, quien, aunque votó por Petro, hoy se desempeña como una congresista absolutamente independiente y hasta crítica del Gobierno. ¿Cómo sucedió?

¿Cuál es su historia?

Soy de Bogotá. Nací en Ciudad Bolívar, barrio La Estancia. Mi familia, por parte de mamá y papá, fue policía. A mi papá lo mataron cuando yo era muy chiquita. Crecí escuchando mucho de violencia. La década de los noventa fue demasiado difícil para la familia y para todos los colombianos en general.

¿Qué estudió?

Ciencia Política y Gobierno, en la Universidad del Rosario. Mi mamá resolvió que no quería que sus hijos crecieran alrededor de las armas; nos sacaron del colegio de la Policía y nos metieron al colegio del Rosario. Desde los 9 años sabía que a mí me gustaba la política. Y aquí estoy.

¿Por qué escogió a los ‘verdes’?

Por Antanas Mockus. Mire, solamente me he hecho un tatuaje en mi vida… (me muestra su brazo y en él se lee: ‘La vida es sagrada’). Hice la pasantía con Mockus, en lo que se llamaba Visionarios por Colombia, y siempre he estado en su combo. 

¿Qué la llevó a apoyar a Gustavo Petro como candidato? ¿Falta de contendor, como a muchos, o porque Petro le gustaba, o le gusta su ideología? 

Siempre me he identificado como de centro izquierda en temas sociales; creo profundamente en las libertades, en que hay que trabajar contra la desigualdad. Pero Antanas decía que yo era demasiado de derecha en términos fiscales, porque es muy bonito salir y proponer que vamos a darle casa gratis a todo el mundo, pero siempre me pregunto ¿de dónde va a salir la plata? 

Katherine Miranda, representante a la Cámara por Alianza Verde, radicó en el Congreso un proyecto de ley que busca sanciones más efectivas para productores pólvora.

Katherine Miranda.

Foto:Prensa Katherine Miranda

Usted participó muy activamente en la aprobación de la reforma tributaria. De la que no hay duda de que es en buena parte responsable de la desaceleración, del crecimiento del 0,6 por ciento el año pasado, del crecimiento negativo en este trimestre, del costo de vida, de la incertidumbre, de la falta de inversión; por fortuna, la Corte tumbó la no deducibilidad de las regalías que esa reforma aprobó. Y este es un resumen apretado de sus estragos...

Mi participación en la reforma tributaria era más que obvia porque estaba presidiendo las comisiones económicas en ese momento. Esa reforma fue producto de un consenso, a diferencia de lo que está pasando con las reformas de ahora. Logramos construir una voluntad por parte de todos los sectores políticos y empresariales para ver cómo arrancábamos en el gobierno de Gustavo Petro con sus grandes ambiciones en términos sociales. De hecho, recuerdo que le dijimos al presidente Petro: ‘no se meta con la deducibilidad de las regalías porque se le cae en la Corte’. Y tal cual. Mi participación en el debate del Plan de Desarrollo y de la tributaria fue absolutamente garantista con todos los sectores políticos. 

A usted la opinión la mira con cierta curiosidad
porque, tras unos meses de su elección, tuvo la valentía y el coraje de apartarse del Gobierno y de las órdenes de Petro, que otros obedecen a ciegas. Hoy usted es una ‘verde’ independiente.
¿Por qué tomó esa decisión que está llevando a algunos a que la clasifiquen en el grupo de ‘petristas arrepentidos’?

Yo esperé los seis primeros meses de manera prudente para ver hacia dónde iba realmente el Gobierno. Creo profundamente en la Constitución Política y en la democracia, son líneas rojas intocables y por eso el proyecto de reforma política fue un punto de quiebre muy grande. Y resultó muy atractivo en principio lo que presentó el Gobierno. Nos aseguraba la reelección a los que actualmente ocupábamos curul… Y uno lo piensa: uy, no tengo que hacer campaña porque me aseguran otros cuatro años… Pero comencé a preguntarme si eso estaba bien. Y finalmente concluí que no podía apoyar eso. Entonces yo dije qué pena, pero no. Y me opuse completamente.

Ahí arrancó su deslinde…

Claro, porque en el fondo se trataba de hacer un poco la pantomima de elecciones, pero las listas iban a ser cerradas, los primeros renglones conformados por los actuales congresistas y no habría un llamado a la democracia ni habría elecciones reales y libres. O sea, para qué elecciones. Era mejor ahorrarnos la plata porque el Congreso del 2026 iba a ser igual al de ahora. Eso no me pareció correcto, no me dejaba dormir y entonces me opuse. Otra cosa que me pareció terrible fue la expropiación exprés. Entonces, cuando a mí me pasaron el artículo debajo de la mesa para que lo metiera en el Plan de Desarrollo, y advierto que no tengo un metro cuadrado de tierra, me opuse porque no iba a dejar de defender la propiedad privada. Sí hay una concentración de tierra muy grande en este país y eso tiene que cambiar, pero hay otras opciones, vía impuestos, por ejemplo, pero no necesariamente expropiándole a la gente. La propiedad privada es uno de los pilares de la democracia. 

Katherine Miranda lanzó duros cuestionamientos al ministro Guillermo Jaramillo.

Katherine Miranda.

Foto:@MirandaBogota

¿Es injusto que a usted le adjudiquen una cuota en este gobierno, que fue el director de Icetex, Mauricio Toro?

Cuando empezó el gobierno, el Presidente llamó a los ‘verdes’ y dentro del grupo de los quemados, que no lograron llegar al Congreso, estaba él. El director del partido, Carlos Ramón González, fue presentando opciones y ahí se fueron ubicando.

Otra crítica que se le hace a personas inicialmente muy petristas como usted es que Petro no era una sorpresa para nadie. Lo conocimos en su pésima alcaldía de Bogotá. Lo conocimos en la campaña del 2018. En la del 2022. Supimos lo de las chuspas de dinero, supimos de la declaratoria de correr las líneas éticas, conocimos la agresividad y alcance de las bodegas petristas, su melcochería con las primeras líneas contra el gobierno Duque, y no obstante hubo tantos, entre otros usted, que votaron por él a pesar de esa pésima credencial...

Yo no podía votar por una persona como Rodolfo. Pero, adicionalmente, fue una decisión que tomamos en colectivo en el partido Verde, aunque en su interior existen diferentes corrientes políticas. Pero como teníamos nuestras grandes dudas, resolvimos hacerlo firmar en el 2018 sobre mármol que había líneas rojas, como una constituyente o la expropiación. En fin, confiamos. 

¿Y a los que votaron por Petro les cabe alguna responsabilidad en el curso que está tomando el país, por arrepentidos que estén?

Parte de la fuerza y de la independencia que he tomado en el Congreso de la República es que siento una responsabilidad, por ejemplo, de que Petro cumpla con sus compromisos que grabó en mármol. Ojo con la democracia, hay que cuidarla, y ahí me metí duro contra la reforma política. Ahora tengo el ojo puesto en el tema de salud, con él no se puede desestabilizar el país, y la voté en contra. 

¿Y qué va a hacer en la reforma pensional? 

Arranco por decir que tiene varios inconvenientes. Creo que hubo una aprobación por parte del Senado un poco creyéndole al Presidente. 

Por ejemplo, el supuesto apoyo a la propuesta de los liberales de bajar los aportes obligatorios a Colpensiones de 3 salarios mínimos a 2,3, y lo primero que hizo Petro fue anunciar que en Cámara los subiría a 4... 

Y como todo esto tiene un impacto fiscal, pues necesita su correspondiente aval fiscal. No lo tiene hasta el momento. Aspiro a que se pueda votar a conciencia por la reforma pensional en la Cámara. Y la plenaria pueda saber qué piensan la Procuraduría, la Contraloría, el Banco de la República y conocer finalmente el aval del Ministerio de Hacienda. Nos vamos a dedicar, sobre todo con Jennifer Pedraza y con Cathy Juvinao a hacer un trabajo juicioso, riguroso y es no votar con el deseo, sino basadas en la información de manera rigurosa.

¿A propósito, ya que menciona a Cathy Juvinao, cómo se llevan ustedesen el Congreso? Porque ambas son ‘verdes’, pero son, al fin y al cabo, rivales…

Para nada. Compartimos el mismo público, venimos de la misma casa del sector mockusiano, nos conocemos desde el 2010, hicimos juntas un curso de liderazgo por Bogotá en la Universidad de los Andes. Yo sabía que ella iba a la Cámara y pues obviamente ahí estábamos compitiendo, pero deseándonos buena suerte y sin atacarnos jamás. Estamos cambiando esos paradigmas de que las mujeres no se la llevan bien. 

Y, a propósito, pues todo indica que va a ser la nueva presidenta de la Cámara… 

Si Dios y los congresistas me ayudan.

Katherine Miranda, representante a la Cámara de la Alianza Verde.

Katherine Miranda, representante a la Cámara.

Foto:Prensa Katherine Miranda

¿Tiene el apoyo de sus colegas?

Ellos conocen mi trabajo, mi carácter, que a veces no es tan fácil; saben que soy la más disciplinada del mundo, absolutamente rigurosa. Saben que a las cuatro y media de la mañana yo estoy despierta, y estoy hablando, escribiendo, trabajando, enviándoles documentos… Y es una labor difícil, además siendo mujer. En el Congreso siempre ha habido un ámbito muy machista. Fui la primera presidenta de las económicas y muchos dijeron que me iba a quedar grande sacar un Plan de Desarrollo. Querían cambiarme. Les dije que esa posibilidad no existía. Comencé a demostrarlo citándolos a las ocho de la mañana, pero yo a las ocho empezaba, sin dar la hora de gracia del Congreso para que los congresistas lleguen tarde. Y terminaba a las ocho de la noche. 

¿Y esta vez tendrá ese respaldo de sus colegas?

Lo he percibido en todas las bancadas, sobre todo por las garantías que tiene la oposición. Para mí fue muy bonito que personas tan diferentes se sintieran cómodas con mi presidencia. Le dije al ministro, cuando estábamos en las económicas: “Acá no valen los colores políticos. Si la propuesta de cualquier partido, léase Centro Democrático, Cambio Radical, ‘la U’, Conservador, el que sea, es buena, entra”. Por ejemplo, Miguel Uribe hizo varios cuestionamientos a diferentes artículos, algunos se le aprobaron, otros no, así trabajamos y creo que lo hicimos bien. Él fue uno de los que agradecieron la forma como conduje el debate.

¿Y ese proyecto nuevo de salud, mucho más corto, que está trabajando el Gobierno y con el que nos vienen amenazando, alcanza a entrar en esta legislatura? 

Creo que es imposible, además porque entra al Senado la reforma de la educación y a la Cámara, la pensional. No creo que el Gobierno vaya a ser tan ambicioso, si no ha logrado en un año pasar la reforma de la salud en dos debates.

¿Qué conclusión le dejaron las marchas del 21 de abril?

Que realmente fueron genuinas y muestran un inconformismo no solamente hacia el Gobierno Nacional, sino hacia el Congreso de la República. Claro, hubo arengas de ‘fuera Petro’ y todo esto, pero yo no me quedo tan pandita en simplemente el cartel o la pancarta. Mucha gente que yo conozco votó por Petro y salió a marchar por la incertidumbre y por la angustia frente a la constituyente. Así como en su momento el entonces senador Gustavo Petro le hizo el llamado al presidente Iván Duque de ‘escuchar’ a las marchas, también debe hacerlo con esta marcha del domingo, que fue completamente ciudadana, genuina y reflejando angustias de muchísimos sectores. 

Además hubo gente de edades muy variadas, de estratos socioeconómicos diferentes y con motivaciones muy distintas…

Es que están diciendo que los que marcharon fueron los viejos. Qué pena, pero esa foto del domingo no es para demeritarla, o para minimizarla; es para que el país se radicalice en un respeto profundo a la democracia. Yo creo que hay algo que nos une absolutamente a todos y es la defensa de la Constitución. 

¿Usted, por ejemplo, –porque de todas maneras tendría constitucionalmente que pasar por la aprobación del Congreso– votaría a favor de una constituyente?

No, nunca.

Última pregunta. Es que no me quedó claro: ¿se ha independizado de Petro por Petro, o también de su ideología? 

Es que la ideología en términos de defensa de pilares como los sociales no es exclusiva de Petro. O sea, lo que Petro dice, que trabajemos para que más personas tengan acceso a la educación, eso lo dijo Mockus hace cuántos años; eso lo dijo Galán, hace cuántos años. No creo que Petro sea el dueño del progresismo o de una determinada ideología. Las banderas sociales no son exclusivas del presidente Gustavo Petro. Nosotros hemos desarrollado muchísimos proyectos de ley, que Petro no pudo en su tiempo de ser congresista, y no quiere decir que estemos desarrollando las banderas de Gustavo Petro. Gente que hoy se puede decir de derecha está de acuerdo en que tenemos que mejorar el sistema de salud en el Guainía, en el Guaviare y eso nada tiene que ver con Petro ni con la ideología de Petro. Yo me independizo porque tengo la fortuna, que otros compañeros no tienen, de que soy voto de opinión y no de estructura. No me andan mandando hojas de vida al celular, no tengo un jefe político que me diga cómo tengo que votar. Yo obedezco a la ciudadanía. Antanas Mockus a mí nunca en la vida me levantó al teléfono a decirme: ‘Katherine, vote de esta manera’. Eso me permite tomar mis decisiones. Preguntan, y Katherine, ¿a quién le hace caso? La respuesta es a la abuela y a la hija. Y punto. O sea, si quieren cambiar un voto de Katherine, tienen que sentarse con ella misma. He sido muy abierta y muy generosa con el Gobierno al decirle venga, sentémonos, cambiemos esto… Y esa ha sido otra de las decepciones. A mí me vendieron la idea de que la forma como se relacionaba el Congreso de la República con el Gobierno iba a cambiar, porque históricamente oí a Gustavo Petro criticar la ‘mermelada’, la burocracia, todo eso. Y yo me creí ese cuento. Hoy para mí es muy duro descubrir cómo seguimos en las mismas prácticas. No le juego a eso y entonces me apartan, o me aparto un poco de la discusión.

​MARÍA ISABEL RUEDA
Especial para EL TIEMPO

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