Mató a un migrante en la frontera, pero no lo han juzgado porque dio estos argumentos

En enero de 2023, en Tucson, Arizona, el ranchero George Allan Kelly, presuntamente, asesinó a tiros a Gabriel Cuén Buitimea, un inmigrante mexicano de 48 años. Por esa razón, el estadounidense fue llevado a juicio. Sin embargo, fue declarado como nulo esta semana.

La razón es que el jurado, luego de evaluar el caso, no llegó a un veredicto. Por lo que, ahora, la fiscalía estadounidense informará hasta el próximo 29 de abril en una audiencia si se planea realizar un segundo juicio en contra del ranchero.

De acuerdo con lo dado a conocer por las autoridades, a pesar de que el jurado comenzó a deliberar el jueves, el viernes pasado dieron a conocer al juez que no habían podido llegar a una decisión. Este les pidió que siguieran evaluando el caso, pero el lunes nuevamente dijeron que no habían llegado a un acuerdo.

Cabe recordar que el juicio comenzó a principios de abril, y fue abierto debido a que Kelly, de 75 años, está acusado de disparar de forma intencional contra un grupo de migrantes que habían ingresado a Estados Unidos. Por su acción, el mexicano Gabriel Cuén perdió la vida al recibir por lo menos un impacto de bala por la espalda.

La fiscalía argumenta que el grupo de inmigrantes no representaban ningún peligro para la vida del estadounidense o de su esposa, por lo que no tenía razones para disparar su rifle AK-47. Además, ninguno portaba arma de fuego.

Otra razón por la cual el estadounidense está siendo investigado es que, cuando encontró el cuerpo del mexicano horas después de los hechos, llamó primero a la patrulla fronteriza y no al servicio de emergencias. Además, según se ha dicho en el juicio, dijo que había encontrado el cuerpo de un animal.

¿Qué dice la defensa del hombre de Estados Unidos que mató al migrante mexicano?

George Alan Kelly aseguró que la razón por la cual disparó es que los hombres vestían ropa de camuflaje y traían mochilas cuando comenzaron a caminar cerca de su casa. Según la fiscalía, la distancia era de más de 100 metros.

Aun así, los abogados del ranchero estadounidense aseguran que el hombre solo disparó para tratar de intimidar al grupo de por lo menos seis hombres que estaban invadiendo sus tierras.

Asimismo, señalaron que la bala que mató al mexicano nunca fue encontrada, por lo que la defensa esgrimió que existe la posibilidad de que en realidad haya sido atacado por un grupo de traficantes con la intención de robarle sus objetos. No obstante, en el lugar no se encontraron otras armas ni drogas.