Los extranjeros empujan el empleo en España

hace 3 semanas 26

Mientras la población española envejece, al igual que en otros países europeos, los inmigrantes empiezan a representar la fuerza laboral inmediata y de futuro. Los extranjeros parecen destinados a ayudar a sostener las cuentas de la jubilación local, a aumentar los niveles de formación de la mano de obra básica y a devolver importancia y vida a la provincia, cada vez más vacía. Los colombianos forman parte de ese nuevo ejército laboral en España que se mete en números positivos.

La lucha contra el desempleo, una constante de España, empieza a dar sus frutos. 2023 fue récord en creación de puestos de trabajo en un año, y lo más interesante es que el principal empujón fue dado por los extranjeros. Según el Instituto Nacional de Estadística, de los 749.000 nuevos trabajos, 313.900 (el 41,9 %) fueron ocupados por extranjeros.

Colombia aporta el mayor número de afiliados a la Seguridad Social después de Rumania y Marruecos, y casi empatada con Italia. En 2023 se afiliaron 174.000 colombianos.

Los extranjeros procedentes de América Latina representan el 52 % del total migratorio. Las afiliaciones a la seguridad social señalan que los ciudadanos colombianos, peruanos y venezolanos han provocado un crecimiento en 2023 del 38%, el 31% y el 19%, respectivamente. Por detrás les siguen Honduras y Argentina, con el 17% y 16%.

Leve cambio de calidad de trabajo

La composición de la mano de obra ha variado. Mientras en décadas anteriores la cualificación laboral era mínima, lo que llevaba a la mayoría de inmigrantes colombianos a trabajar en la construcción y la hostelería, ahora ha empezado a cambiar con colombianos, venezolanos y argentinos que cuentan con mayores niveles de educación respecto a nacionalidades de oleadas anteriores, como las protagonizadas por ecuatorianos y bolivianos. Aunque empiezan a acceder a trabajos mejor renumerados y en sectores productivos mejor valorados, los extranjeros siguen ejerciendo oficios que suelen ser bajos para su preparación.

No obstante el cambio en la tendencia, según el Ministerio de Trabajo y Economía Social, aún los colombianos, por ejemplo, son claves en la hostelería. Ocupan el cuarto puesto, solamente superados por Rumania, Marruecos e Italia.

Para el 2026, la jornada llegará a un límite de 42 horas semanales.

Seguirá el crecimiento

Los extranjeros subrayan las estadísticas de empleo. Y los cálculos llevan a concluir que en los próximos años los inmigrantes representarán la mitad de la nueva fuerza laboral. De acuerdo con la Encuesta de Población Activa (EPA), su esfuerzo permitió que la tasa de desempleo bajara al 11,7 % en 2023 desde el 12.9 % de 2022.

Un hecho evidente es que, aunque los extranjeros representan solo el 12,7% de la población total, según el Informe del Mercado de Trabajo del Servicio Público de Empleo, ya ocupan el 17,8% de los trabajos. Esto indica que el flujo de inmigrantes continúa creciendo, atraídos básicamente por la necesidad de mano de obra, la seguridad que les proporciona el país y contar con un sistema gratuito de salud y educación.

El imán no admite quejas, sobre todo cuando los extranjeros suelen provenir mayoritariamente de naciones caracterizadas por la inestabilidad política y económica, la violencia permanente y el desamparo a sus ciudadanos, como es el caso de muchos países africanos y latinoamericanos. En España se están quedando más de un millón de extranjeros cada año. Aquí ven un potencial laboral y de crecimiento económico que les niegan sus países de origen.

La población activa en España supera las 21.000.000 de personas, en una población de 47.700.000 habitantes. América Latina aporta más de 1.300.000, mientras el resto de Europa apenas 250.000. Con un elemento adicional: cerca de 1.000.000 posee doble nacionalidad. Son originarios, especialmente, de Marruecos, Rumania y Colombia.

Los extranjeros son, pues, la esperanza del futuro de un país cuya población original envejece y necesita financiación pensional.