Liverpool parecía vivir un verdadero idilio en la última temporada del DT Jürgen Klopp, quien se marchará del club al final del curso. En marzo estaba peleando por el título de Premier League, la FA Cup y la Europa League, pero en menos de cinco partidos tiró todo por la borda y el sueño se desvaneció.
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Primero fue la caída en la FA Cup contra Manchester United, lo que desató el desastre, luego fue la eliminación de la Europa League contra Atalanta, y ahora las dos derrotas y los dos empates de abril, que lo dejan prácticamente fuera de la carrera por el título de la Premier League.
Problemas entre Salah y Klopp
Este sábado, la ilusión de ser campeón quedó sepultada con el empate 2-2 contra el West Ham en la fecha 35, en un partido en el que el colombiano Luis Díaz volvió a hacer de las suyas en el campo y fue uno de los más destacados en un equipo en crisis.
Pero el resultado pasó a segundo plano, luego de la pelea que protagonizaron el egipcio Mohamed Salah con su DT Jürgen Klopp, quien decidió enviarlo al terreno de juego al minuto 79, algo que poco le gustó al jugador.
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Klopp, como es habitual, intentó darle la mano y decirle algo a la estrella de Liverpool, pero este reaccionó mal y le contestó mientras gesticulaba con sus manos, algo que no cayó nada bien en la afición y que demostraría una posible ruptura en la relación.
Por si fuera poco, Mohamed Salah decidió ponerle más leña al fuego, mientras el Liverpool está que arde. Al salir del estadio Olímpico de Londres fue consultado por la prensa sobre la pelea con su técnico y él atinó a responder: "Hoy habrá fuego si hablo", dijo el africano, generando más polémica.
Por su parte, Klopp decidió bajarle la temperatura a la situación y explicó: "Hablamos de ello en el vestuario (con Salah), pero para mí ya está hecho. Eso es todo. Eso es todo". Para el entrenador, el disgusto ya quedó solucionado: "Fue mi impresión, sí".
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