Obtener la residencia permanente en Estados Unidos es un anhelo para muchos extranjeros alrededor del mundo. Sin embargo, el sueño de obtener la green card puede verse truncado por ciertas condiciones de salud que se consideran motivo de inadmisibilidad.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS, por sus siglas en inglés) es el responsable de definir las enfermedades contagiosas que se consideran de importancia para la salud pública. Los solicitantes de la green card con alguna de estas enfermedades deben pasar por exámenes médicos específicos durante el proceso de solicitud.
Las principales enfermedades que pueden impedir la obtención de la residencia permanente por suponer un riesgo para la salud pública, según consta en el sitio web oficial del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (Uscis, por sus siglas en inglés), son:
- Gonorrea: una infección de transmisión sexual bacteriana que, de no ser tratada, puede generar graves complicaciones.
- Lepra infecciosa: una enfermedad crónica que afecta la piel, los nervios y otros tejidos.
- Sífilis en etapa infecciosa: una enfermedad de transmisión sexual que, si no se trata, puede dañar órganos internos.
- Tuberculosis activa: una infección bacteriana que afecta principalmente los pulmones y puede propagarse a otras partes del cuerpo.
Existen excepciones a la inadmisibilidad por motivos de salud. Por ejemplo, desde 2010, la infección por VIH ya no se considera una enfermedad contagiosa de importancia para la salud pública. Además, en algunos casos específicos, se puede solicitar una exención por motivos humanitarios o si el solicitante presenta un bajo riesgo de transmisión de la enfermedad.
Otras enfermedades que pueden ser motivo de rechazo para la green card en Estados Unidos
Más allá de las enfermedades contagiosas, otras condiciones de salud pueden ser motivo de inadmisibilidad, dependiendo de las circunstancias. Entre estas se encuentran:
- Enfermedades mentales graves que supongan un peligro para la seguridad del individuo o de los demás.
- Adicción a drogas o sustancias controladas.
- Afecciones que requieren un tratamiento a largo plazo y costoso, y que podrían suponer una carga pública.
Se recomienda consultar con un abogado de inmigración para obtener asesoramiento individualizado.
Si se encuentra en esta situación, lo más recomendable es consultar con un abogado de inmigración especializado. Este profesional podrá evaluar su caso específico y asesorarle sobre las opciones disponibles para obtener la residencia permanente.