Las batallas de Alexis Cuero, el luchador de Colombia en los Juegos Olímpicos París 2024: de dormir en cartón al sueño de la medalla dorada

hace 2 días 2

Cuando apenas era un niño, Jair Alexis Cuero Muñoz usaba su espalda para empezar a cargar bultos en la plaza de mercado de Bucaramanga, en Santander. No era trabajo fácil, pero secundaba a sus padres, quienes tenían su mismo objetivo: pagar los viajes para que este menor, de entonces 10 años, lograra viajar a competencias nacionales e internacionales de lucha y así, algún día, saltar a la arena de esta disciplina en unos Juegos Olímpicos.

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Ese sueño compartido y lleno de esfuerzo familiar está muy cerca de cumplirse en París 2024 en la categoría lucha 77 kilogramos. A falta de solo un mes de este momento, Alexis recuerda cada paso, gloria y frustración que ha dado desde el año 2003, cuando comenzó a practicar este deporte. En ese momento debía sacar tiempo para estudiar, hacer mandados y trabajar en labores informales que se fueran dando para ganar algo de dinero.

Alexis Cuero

Alexis Cuero compitiendo.

Foto:Tomado de las redes sociales de Alexis Cuero con autorización.

"Mi mamá trabajaba haciendo bultos en la plaza. Alexis y yo en una carroza de frutas y de verduras. También vendíamos comida rápida. En fin, en múltiples trabajos", recuerda Uber, hermano de Alexis, sobre los esfuerzos que hacían para colaborarles a sus padres, quienes siempre los impulsaron por el camino del deporte.

Un día de trabajo para Alexis y Uber empezaba a las 4 de la mañana en la venta de la fruta en el mercado. En las tardes trabajaban cuidando carros y en la noche estaban en el puesto de comida rápida, vendiendo chuzos de carne, mazorcas, pinchos y otras. “Nos le medíamos al trabajo que fuera”, cuenta Uber, quien también recuerda que se le midieron a trabajar como ayudantes en construcciones.

Así, en el corazón de Bucaramanga, la historia de Alexis comenzó a escribirse con el vigor de quienes enfrentan la adversidad desde temprana edad. Nacido en el seno de una familia marcada por la lucha no solo deportiva, sino también personal, el joven aprendió sobre valentía y tesón de sus padres Luz Estela y Carlos Segundo, a quienes veía como ejemplos vivos de perseverancia que más adelante le sirvieron en su búsqueda hacia la gloria olímpica.

"Nuestra familia siempre fue muy humilde en ese sentido y, por eso mismo, mis papás viajaban mucho. Alexis nació en Medellín, pero se crio y vivió en Bucaramanga", relata Uber sobre sus primeros años.

Así llegó la lucha Olímpica

Alexis cuenta que su primera interacción con la lucha fue hace mucho tiempo. “Fue gracias a mi entrenador Sergio Arias, quien llegó a la escuela donde estudiaba. Yo estaba justamente en el salón y decidí salir un rato al pasillo donde estaba él y me preguntó: '¿Quieres practicar lucha?' Yo no sabía qué era ese deporte, pero le dije, claro que sí”.

En ese momento su vida cambió. Para entonces, su vida se limitaba a ir del colegio a su casa, ubicada en el norte de Bucaramanga. Alexis siempre estuvo acompañado de Uber, quien como hermano mayor lo animó a participar.

Presentación de Alexis Cuero para París 2024.

Presentación de Alexis Cuero para París 2024.

Foto:Redes sociales.

“Yo veía todo raro, diferente, casi no conocía esos sitios. Cuando conocí el estadio me pareció algo muy bonito, algo diferente”, dice sobre esos pasos en el deporte.

Sus primeros movimientos fueron aprender a lanzar a un rival y tumbarlo. De esos entrenamientos saltó rápidamente a competencia donde, de inmediato, comenzó a destacarse. 

Quedó campeón de un torneo infantil de lucha y se fue afianzando en la práctica. Apenas siendo un niño, Alexis sabía que era bueno para ese deporte, pero que la constancia era clave, pues con el transcurrir de los meses y años veía como otros de sus compañeros, muy buenos, dejaban de lado esa disciplina. Al final, solo quedaba él.

El viaje de Alexis hacia el éxito deportivo no fue fácil, pero justamente fue su familia la que lo arropó en cada paso que ha dado hasta ahora, que está a un mes de saltar a la Arena Campo Marte, sede de la lucha olímpica de París 2024.

"Yo me había presentado dos veces anteriores y no pasaba, no pasaba, pero decía que la tercera era la vencida y sabía que lo iba a lograr", cuenta Alexis.

El deportista dice que siempre había algo como un error, desconcentración o muchas dudas sobre si podía o no podía lograrlo, refiriéndose a un obstáculo en su carrera que lo bloqueó muchas veces en el campo de lucha. Durante mucho tiempo, tuvo pensamientos negativos que afectaban su desempeño.

Su deber era vencer esa frustración. Incluso, expresa, las veces que cayó en la arena y no lograba conseguir su boleto dorado lo motivaban más a no rendirse. "Esas veces yo me concentraba y entrenaba más duro, me esforzaba más porque sabía que la tercera era la vencida y así fue", relata.

Recorriendo Colombia

Uber recuerda que sus padres les contaban a sus hermanos y a él que debido a la difícil situación económica de su familia, su padre siempre buscaba la mejor ciudad para poder vivir en cuanto a economía. El recorrido del papá de Uber por Colombia va desde Tumaco, Pereira, Neiva, Medellín y Bogotá, hasta Ecuador.

Carlos Segundo trabajó en distintas labores, como pesquero, constructor y hasta operario de una aceitera. Uber cuenta que su madre siempre fue ama de casa y trabajaba como empleada de servicio. Recuerda que en el 2002 fue el año cuando llegaron a Bucaramanga, por la hermana de su mamá, quien vivía en la ciudad y esto le facilitaba el tema de vivienda a su familia.

Después de un tiempo de vivir en casa de su tía, Uber recuerda que por desacuerdos internos, su madre decidió salir de ahí e irse a vivir en una habitación en el barrio San Francisco, también llamado “Comuna 3”, donde se quedaban hasta 6 en una habitación y dormían en cartones al haber ausencia de colchones.

Alexis cuenta que una de las más grandes dificultades que pasó de niño fue en el sentido económico, pero que, aun así, su familia y la escuela donde entrenaba lo apoyaron siempre.

“La economía con mis padres siempre fue una gran preocupación, ya que nosotros siempre hemos sido muy humildes”, dice.

El deportista narra que hubo ocasiones donde su papá llamaba o hacía lo que fuera para que sus hijos pudieran competir o entrenar: "Nunca nos retiró de lucha por falta de recursos. Siempre nos conseguía plata para el pasaje, para poder ir y competir”.

Al principio, conseguir dinero para los viajes era una lucha constante para Alexis. Recuerda cómo debía reunir pequeñas cantidades, como 100, 80 o 200 mil pesos, para poder costear los viajes necesarios. En ese entonces, no tenían recursos propios y siempre buscaban ayuda a través de la escuela. Afortunadamente, la escuela les brindaba mucho apoyo, lo que les permitió superar esos desafíos económicos y continuar con sus actividades y proyectos.

Los hermanos siempre respondían entregando la mejor actuación, ganándose así el apoyo incondicional de doña Luz y don Segundo. El entrenador Sergio, quien los asistía, también se involucraba económicamente porque reconocía sus talentos. Les aseguraba que no podía abandonarlos, confiando en que obtendrían buenos resultados.

Alexis y Uber.

Alexis y Uber.

Foto:Familia Alexis.

La hermandad inquebrantable

Uber recuerda con cariño y emoción su primer viaje internacional juntos en el año 2009 a México. "Fue nuestra primera experiencia fuera del país", rememorando aquellos días llenos de expectativas y descubrimientos. Ambos atletas han sido una fuente constante de apoyo mutuo a lo largo de sus carreras. "Él me apoya, yo lo apoyo", explica.

Uno de los recuerdos más vívidos para Uber fue cuando Alexis y él compitieron juntos en un torneo nacional representando a Santander. Con 15 y 16 años, lograron ganar el campeonato nacional ese mismo año.

Primer viaje juntos a México.

Primer viaje juntos a México.

Foto:Familia Alexis.

Ese significado de competir y triunfar fuera de su región les resultaba para ese momento un sentimiento desconocido. Uber recuerda haberle dicho a Alexis con entusiasmo: "¿Te imaginas hasta dónde podemos llegar los dos?”.

Su compañero respondió incrédulo, pero juntos lograron superar todas las expectativas.

Un golpe que los mandó a la lona

Uno de los más duros golpes para Alexis y su familia fue el fallecimiento de su padre en 2012, cuando Alexis tenía 18 años y Uber no había alcanzado la mayoría de edad.

“Antes de que mi papá falleciera, estábamos orgullosos de haber iniciado juntos un bonito deporte que también nos ayudaba económicamente con una contribución mensual", resalta. Además, el deportista también recuerda con cariño y resalta que su papá fue un gran pesista de la época.

Uber cuenta que cuando su papá falleció su hermano y él se encontraban fuera de casa, pues Alexis estaba en España y Uber, en Rionegro, Antioquia. “Cuando recibí la noticia fue devastador, un dolor que no le deseo a nadie realmente”, asegura Uber.

También cuenta que su hermano sintió el mismo dolor y se acompañaron mutuamente a la distancia. A los días, Uber pudo volver a Bucaramanga para acompañar a su mamá en ese difícil momento. Él estaba apenas iniciando su carrera deportiva a nivel Selección Colombia.

Alexis y sus hermanos.

Alexis y sus hermanos.

Foto:Familia Alexis.

Un año después de la muerte de su padre, fueron llamados para la concentración nacional ese mismo año, la incredulidad persistía. Ambos se dedicaron con fervor al entrenamiento, destacándose cada uno en sus respectivas categorías: Alexis, en la greco-romana, y Uber, en la libre. El día del viaje a México para competir fue emocionante para ambos. Todo les parecía nuevo y emocionante. A pesar de que no lograron ganar el campeonato en esa ocasión y ambos quedaron en segundo lugar, se sintieron felices y motivados. Fue entonces cuando empezaron a viajar regularmente para competir.

Estas experiencias no solo fortalecieron su amistad y hermandad, sino que también los impulsaron a seguir adelante en su camino deportivo con renovada determinación.

Uber recuerda con mucho cariño las vivencias y anécdotas que vivió con su hermano en la niñez, desde juegos en el río, juegos de máquinas, peleas de broma hasta trabajar juntos a las 4 de la mañana a vender fruta en carrozas les fortaleció la hermandad. " Estamos en todo momento”, asegura. 

Tras la pérdida de su padre, han seguido adelante a lo largo de los años. "Mi mamá tuvo tiempos difíciles al principio, pero luego encontró nuestro apoyo", comenta. Menciona que fue un golpe duro. Y en ocasiones, cuando hablan de su padre, ella no  aguanta el llanto. Uber señala que su mamá no volvió a tener ninguna pareja y se dedicó 100 por ciento a sus hijos.

Los hermanos recuerdan con cariño cómo su madre siempre estaba feliz de que la cuidaran y de que sus hijos se dedicaran al deporte. 

El sueño de París 2024

Alexis Cuero siente un orgullo inmenso y una alegría profunda al alcanzar este logro que había buscado durante mucho tiempo. Sabe que al estar en los Juegos Olímpicos está representando a una bandera muy grande, la de su Colombia, lo cual le llena de satisfacción y emoción.

"Estoy representando también a Santander, que están muy contentos conmigo, que, si yo clasifiqué, clasificaron todos. Así me dicen ellos, entonces eso es verdad. No solo cumplí el sueño yo, sino también le cumplí el sueño a Colombia, a mis amigos y a mi familia. Estoy muy contento," añade.

En 2021, para conseguir el cupo en los Juegos Olímpicos de Tokio, explica que no estuvo concentrado y no confió en su talento, lo que afectó su rendimiento. Sin embargo, la tercera vez fue diferente. Su actitud y mentalidad cambiaron por completo, comenzó a confiar más en sí mismo. 

En París 2024, no solo competirá por la gloria deportiva, sino también por el honor de representar a su país y a todos aquellos que han sido parte de su increíble viaje. Y Aida, su hermana menor, también incursionó en la misma práctica de los mayores: una familia de luchadores.

DANIELA GUTIÉRREZ MUNAR

REDACCIÓN ÚLTIMAS NOTICIAS 

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