La diplomacia de Colombia frente a la Guerra ruso-ucraniana y las tensiones en Medio Oriente

Durante el Gobierno del presidente Gustavo Petro ha continuado la guerra entre Rusia y Ucrania, la cual inició el 24 de febrero de 2022 cuando el mundo apenas comenzaba su salida de la pandemia mundial ocasionada por el virus covid-19. Ahora, el panorama global se ha visto aún más perturbado por el recrudecimiento de las tensiones en el medio oriente desde los ataques del grupo terrorista Hamas en Israel el 7 de octubre de 2023.

El manejo diplomático de estos dos conflictos por parte de Colombia resulta ser de gran relevancia, no solo por su relación política y comercial directa con los Estados directamente involucrados, sino también por las implicaciones del posicionamiento del Gobierno en términos de nexos con otros países que apoyan a bandos distintos. Las posturas de Colombia influyen en su relación con la Unión Europea, los Estados Unidos, China, Rusia y otras potencias dentro de un panorama global cada vez más dividido. 

Conflicto ruso-ucraniano

“Qué Ucrania ni qué ocho cuartos” dijo Petro cuando era precandidato del Pacto Histórico en 2022, ahora en 2024, el Presidente ha mantenido más continuidades que rupturas con respecto al manejo que su antecesor, Iván Duque, le dió a la coyuntura. Al cumplir dos años de la guerra entre la Federación Rusa y Ucrania, desde Colombia se reiteró el llamado a un cese inmediato de hostilidades y se instó a los dos países a llegar a una solución por medios pacíficos.

En febrero de 2024 el Presidente colombiano se negó a enviar armas a Ucrania, en una rueda de prensa en Múnich, Alemania. Además, el Gobierno ha sido enfático en recalcar que los cientos de mercenarios colombianos que han participado de las hostilidades a favor de Ucrania lo han hecho por decisión personal y no existen acuerdos bilaterales de apoyo militar.

"El gobierno Duque rechazo categóricamente la agresión de Rusia a Ucranía, en contraste al gobierno Petro, el cual se ha mostrado tímido a la hora de condenar a Rusia y ayer, con la visita del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quedo claro que esto se debe a una pensada estrategia para intentar ser recibido en los BRICS", comentó Jaime Duarte, profesor de la Escuela de Gobierno de la Universidad Externado.

Durante el Gobierno de Iván Duque se otorgó una ayuda económica a Ucrania y se gestó una colaboración del ejército colombiano y los Estados Unidos para capacitar a tropas ucranianas en operaciones de desminado en suelo polaco. 

Por su parte, el actual Gobierno ha sido más evasivo en sus declaraciones, pero no obstante, condenó la anexión de regiones ucranianas y el propio Presidente de Colombia señaló a la Federación Rusa de “violar los protocolos de guerra” tras un bombardeo en el que tres colombianos resultaron heridos.

“Duque no solo apoyaba Ucrania, también quería sumarse a un proyecto occidental y buscaba el visto bueno de la Otan, a Petro no le interesa mucho eso, él quiere desmarcarse de ese proyecto occidental. Petro es un líder que se basa mucho en su propuesta ideológica, la cual tiene ciertas continuidades con presidencias anteriores. Colombia en su política exterior por lo general trata de mostrarse como el estudiante juicioso, el que quiere la paz, el que se ciñe al derecho internacional, muchas veces en contravía de los mismos intereses del país”, dijo el profesor Alejandro Bohórquez Keeney, analista en seguridad internacional, geopolítica, y profesor de la Universidad Externado de Colombia.

Tensiones en el Medio Oriente

Frente a la situación de guerra entre Israel y Hamas y el desarrollo de tensiones entre Irán e Israel, el manejo de política exterior del gobierno ha introducido mayores cambios que en la guerra en Europa. Las relaciones diplomáticas con Israel se han tensionado desde los ataques terroristas de Hamás, cuando previamente se había gozado de relaciones políticas y comerciales firmes y estables.

"Había antes una ligera inclinación a situarse más cerca de las posiciones de Israel, un Estado rodeado de países enemigos que no lo reconocen y no necesariamente de lado de Palestina como lo hace el Presidente. Se puede percibir una gran diferencia en ese sentido en la administración de Gustavo Petro, la cual a girado en una posición de condenar al Estado de Israel, lo cual no era muy común" manifestó Rafael Piñeros Ayala, docente de la Universidad Externado y experto en temas de política exterior en América Latina.

Cuando apenas iniciaba el nuevo episodio de conflicto bélico en el Medio Oriente, el Presidente Petro fue duramente cuestionado por no emitir de manera rápida un comunicado rechazando los ataques contra la población civil por parte de los milicianos de Hamas. A diferencia suya, la mayoría de mandatarios de la región rechazaron los sucesos de manera pronta, incluso si después han cuestionado las acciones de la guerra.

En los días y semanas posteriores al ataque de Hamas, las relaciones exteriores se vieron fuertemente afectadas por declaraciones del presidente Gustavo Petro, en las que llegó a comparar las acciones del ejército israelí con las atrocidades de la Alemania Nazi. Después de que Israel decidió  frenar las exportaciones de seguridad a Colombia, se vivió un momento de aligeramiento en las tensiones cuando se gestaron encuentros del Presidente Petro con los embajadores de Israel y Palestina, Gali Dagan y Raouf Almalki, en la Casa de Nariño. 

Desde Israel, se envió una carta al Presidente Colombiano en la que el primer ministro Israeli, Benjamín Netanyahu, le pedía interceder en la liberación de rehenes secuestrados por Hamás en la Franja de Gaza. La respuesta del Presidente fue proponer una "comisión de paz" para mediar por la liberación de los secuestrados.

El Presidente Petro ha puesto sobre la mesa múltiples veces romper por completo las relaciones diplomáticas y ha cuestionado de manera vehemente las operaciones militares israelíes en la Franja de Gaza. Colombia además intervino en la demanda de Sudáfrica contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia y manifestó su preocupación ante lo que considera serían violaciones de la Convención contra el Genocidio por parte de Israel.

El último desarrollo frente a las relaciones con Israel fue una advertencia de ruptura de relaciones si el gobierno de ese país hace caso omiso a la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en la que se le conmina a los israelíes establecer un cese al fuego en la Franja de Gaza.

El antagonismo del Gobierno colombiano ante el Gobierno israelí se ha visto también consolidado por las declaraciones de otros funcionarios, ajenos al manejo de relaciones exteriores, quienes han comentado abiertamente sobre las operaciones de Israel. Entre estos, destaca el director de Impuestos y Aduanas Nacionales, Luis Carlos Reyes, quien se vio involucrado en un intercambio de trinos con el embajador israelí, por los cuales el embajador fue recientemente llamado por la Cancillería.

 Luis Carlos Reyes, Director de la DIAN.

Foto:César Melgarejo/ CEET

Frente al último ataque de la República Islámica de Irán en suelo israeli después del bombardeo a un consulado iraní en Damasco, el Gobierno de Colombia expresó preocupación por la escalada de conflicto e hizo un llamado a las partes involucradas a respetar el Derecho Internacional. El embajador de Israel por su parte, expresó su ausencia de sorpresa ante la falta de condena de los bombardeos iraníes por parte del actual Gobierno colombiano.

“El presidente Petro es impulsivo en sus declaraciones, si bien acierta en sumarse al llamado mundial en condenar los actos de Israel en Gaza y de Rusia en Ucrania, el que lo haga de manera desinformada lleva a que no se le tome muy en serio y se percibe como falto de planeación”, comentó el profesor Alejandro Bohórquez Keeney, analista en seguridad internacional, geopolítica, y profesor de la Universidad Externado de Colombia.

Por el momento, las posiciones del Gobierno Petro han sido similares a las de otros gobiernos de izquierda de la región, como México, Chile y Bolivia que incluso llegó a romper relaciones con Israel. Sin embargo, el manejo Colombiano de la crisis se ha destacado por la actitud vocal e incisiva del propio Presidente. 

"El gobierno Duque en materia de política exterior fue un gobierno de bajo perfil, pues le tocó La pandemia y no tuvo un mayor interés por una proyección internacional, se concentró en otro tipo de aspectos en la región. El gobierno de Gustavo Petro tiene una diplomacia presidencialista muy arraigada, que muchas veces no revierte en lo que son las políticas públicas del país", opinó Martha Ardila, docente Politóloga e Internacionalista de la Universidad Externado. 

Frente al conflicto Ucraniano, la posición de Colombia también es similar a la de los otros Estados del continente, donde la mayoría de mandatarios han mantenido una condena de la invasión pero no han extendido mayores ayudas a Ucrania.

SANTIAGO MALAGÓN RESTREPO - REDACCIÓN POLÍTICA