La desigualdad se hereda: el problema de América Latina y políticas que se necesitan

hace 2 meses 20

América Latina y el Caribe es la región más desigual del mundo. Uno de cada cinco ciudadanos es pobre y el 10 por ciento que gana más recibe mes a mes 12 veces por encima de lo que percibe el 10 por ciento más pobre, lo que perjudica el progreso económico.

Así lo advirtió la economista colombiana Ana María Ibáñez, vicepresidenta de Sectores y Conocimiento del BID, en las reuniones anuales del organismo que se celebran en Punta Cana (República Dominicana) desde hoy hasta el domingo.

“En Colombia, Chile y Uruguay, alrededor del uno por ciento de la población controla entre el 37 y el 40 por ciento de la riqueza total, mientras que la mitad más pobre de la población solo una décima parte de la riqueza. Este nivel es mucho más alto que el rango del 20 al 30 por ciento de Europa occidental”, aseguró.

La pobreza afecta más a la población infantil, pues reduce sus oportunidades de tener un mejor futuro que sus padres.

La pobreza afecta más a la población infantil, pues reduce sus oportunidades de tener un mejor futuro que sus padres.

Foto:Foto Felipe Caicedo

Estos son los resultados de un ejercicio de más de 27 papers que recopiló el BID, en asociación de la academia, para conocer de cerca cuál es el panorama actual de la desigualdad en la región y qué políticas son necesarias para reducirla.

Mientras que países como Brasil, Colombia, Guatemala, Panamá y Honduras se encuentra una desigualdad de ingresos alta, en otros de la región como Bolivia, República Dominicana, El Salvador y Uruguay las brechas son menores.

Ibáñez contó a un grupo de periodistas que la desigualdad de la región aumentó rápidamente en la década de los 70 y alcanzó su punto máximo sobre los 90, para luego empezar a caer de una manera gradual.

“A lo largo de los últimos años, la región fue revertiendo la desigualdad porque los países crecieron por el boom de los commodities. Además, por políticas sociales llevadas a cabo por los estados y por la expansión en educación”, opinó Ibáñez.

En 2014, la reducción de esa desigualdad se estancó y en medio de la pandemia que inició en el 2020 creció pero de una manera temporal.

“Hoy la desigualdad en la región es menor que hace tres décadas, pero desde 2014 se ha estancado”, resaltó la vicepresidenta del BID.

“Desafortunadamente, ocurre que muchas personas no son 
bien conscientes de que su posición social y económica está asentada sobre generaciones de injusticia”, destaca Shaio.

Uno de cada cinco ciudadanos es pobre en América Latina y el Caribe. 

Foto:Jaime Moreno / EL TIEMPO

Desigualdad “heredada”

Estos nuevos estudios también encontraron que los factores heredados juegan un papel importante en la desigualdad. Lo mismo ocurre con el tono de la piel.

“Nacer en un vecindario de bajos ingresos, pertenecer a una minoría étnica y tener padres con escolaridad limitada u ocupaciones mal remuneradas contribuyen a la desigualdad “heredada” y hacen improbable que los hijos logren una movilidad intergeneracional”, opinó Ibáñez.

Además, dijo que la geografía también importa. Por ejemplo, la diferencia rural explica el 58 por ciento de la desigualdad general de ingresos en Bolivia.

“No solo se debe a las grandes brechas entre los ingresos rurales y urbanos, sino más bien a diferencias pronunciadas entre los agricultores de baja y alta productividad entre los grandes y pequeños”, opinó.

Igualmente, están las desigualdades que se generan en los niños entre los 0 y 5 años, que no se logran reducir en el tiempo. “Los niños de familias con ingresos más altos tienen unas habilidades cognitivas más altas y esas diferencias no se reducen con el tiempo, es decir, la educación no revierte este problema”, aseguró.

Los planes público privados adelantan iniciativas en todo el país.

Los planes público privados adelantan iniciativas en todo el país.

Foto:Manuel Pedraza/Archivo EL TIEMPO

¿Qué hacer para reducirla?

Según Ibáñez, la educación que reciben los niños desde la primera infancia es clave para reducir la desigualdad. “Tenemos que hacer inversiones grandes para que haya educación de buena calidad no solo para las personas de altos ingresos que tienen el dinero suficiente para pagar una privada de calidad, sino para las de bajos ingresos”, señaló.

Igualmente, la vicepresidenta del BID dijo que es clave ampliar las políticas de protección social como las pensiones, las transferencias condicionadas y los seguros de empleo, al tiempo que se reduce la informalidad del mercado laboral.

“Las pensiones serán un mitigador cada vez más importante de la desigualdad a medida que la región envejezca en los próximos años”, sentenció.

Adicional a ello, señaló que hay que enfocarse en elevar la productividad de las empresas. “Se necesitan políticas para mejorar la productividad. Hay muchas empresas pequeñas bastante informales pero no productivas”, aseguró.

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