‘Influencers’, un negocio que creció a pasos agigantados en los últimos 5 años

hace 2 meses 32

Con la proliferación en los últimos años de instagramers, tiktokers o youtubers que cuentan con miles y millones de seguidores en sus redes sociales son cada vez más los jóvenes colombianos que sueñan con ser influencers. 

El negocio ha venido creciendo de una manera exponencial. Según datos de la IAB, la inversión en marketing de influencers pasó de mover 8.757 millones de pesos en el 2019 a 117.563 millones de pesos el año pasado, es decir, se disparó en más de 108.000 millones en apenas cinco años, y solo en el 2023 creció a un ritmo de 77 por ciento.

La Segura, los hermanos Cossio, Paulina del Campo y La Liendra en Instagram.

La Segura, los hermanos Cossio, Paulina del Campo y La Liendra en Instagram.

Foto:Instagram: @ la_segura, @yefersoncossio, @ paulinadelcampoa, @laliendra

Este es el renglón digital que más está creciendo en este momento y se estima que este año cierre con unas cifras récord de 75 millones de dólares (unos 300.000 millones de pesos), lo que equivaldría al 2 por ciento de toda la inversión en publicidad.

“Se trata de una industria muy efectiva para las marcas porque se estima que las campañas pueden generar en promedio un retorno de 5,8 dólares por cada dólar invertido”, cuenta Natalia Serna, CEO y fundadora de la agencia en influencer marketing Goldfish.

Adicional a ello, las empresas tienen la posibilidad de trabajar cada vez con más personas. Según un estudio de Influencity y Statista, en Colombia hay alrededor de 645.000 creadores de contenido. Estos son aquellos que comparten sus opiniones y experiencias en categorías de belleza, entretenimiento, viajes, fitness, entre otros.

De ellos, hay un grupo específico que puede vivir de ello y que se considera que ya han adquirido cierta credibilidad entre sus seguidores para denominarse influencers. La mayoría son nanoinfluencers (entre 1.000 y 10.000 seguidores), seguido de lejos de los microinfluencers (entre 10.000 y 100.000), de los macro (entre 100.000 y un millón) y de los mega (con más de un millón). Por lo general, estos últimos suelen ser celebridades, tales como cantantes, actores o modelos, entre otros.

Según un estudio de Tapinfluence y Altimeter, casi el 70 por ciento de los influencers admite que su principal inspiración para dedicarse a este negocio es ganar dinero, mientras que el 57,5 por ciento de ellos también afirmó que son influencers para generar un impacto o lograr un cambio.

Estas influenciadoras desarrollaron sus marcas en medio de la pandemia.

Estas influenciadoras desarrollaron sus marcas en medio de la pandemia.

Foto:Instagram @luisafernandaw y @marimanotas

La remuneración por ser creador de contenido varía en función del número de seguidores que tenga cada persona, de su engagement (el vínculo emocional que se logre establecer con la audiencia) o de si se contrata una acción puntual o un paquete concreto de publicaciones con una marca.

Sin embargo, y dejando claro que los precios dependerán de cada persona, hay unos rangos estimados en la industria. Según le contaron a este medio, a un creador de contenido que tenga unos 5.000 seguidores le podrían llegar a dar por una campaña unos 500.000 pesos. Además, en este caso son muy comunes los denominados canjes de productos entre las empresas, es decir, que le da lo que publicita por un determinado post o reel, entre otros.

Ya los macroinfluencers que llegan a los 500.000 seguidores podrían llegar a cobrar por una campaña alrededor de 10 millones de pesos y los mega, 50 o 100 millones.

Como los creadores pueden resultar atractivos para varias empresas, las agencias han desarrollado filtros para determinar con cuáles trabajarán: “¿Qué les decimos a nuestros talentos? Que es mejor perder 10 millones de pesos de una campaña con una casa de apuesta, que todos los dan en efectivo y de inmediato, a perder unos 100.000 millones del otro año de 1.000 marcas buenas y confiables que tienen un goodwill (buen nombre) que las respalda”, dijeron desde la agencia de Ready Talent.

Read Entire Article