'Hay falta de sinceridad en líderes de oposición al sentarse a hablar': Racero sobre las marchas

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Luego de las marchas de la oposición del 21 de abril, el presidente Gustavo Petro lanzó una serie de trinos que buscaron restarle impacto a la movilización. Esto no fue bien tomado por distintos sectores. En respuesta a la polémica, el representante del Pacto Histórico David Racero, que fue presidente de la Cámara, habló con EL TIEMPO sobre las movilizaciones. Este aseguró que no están desconociendo las marchas, pero al mismo tiempo habló de una falta de sinceridad en algunos de los sectores de oposición frente a las motivaciones de estas.

¿Cómo asume el Pacto Histórico las movilizaciones de este domingo, donde hubo una amplia presencia en las calles?

Lo primero hay que decir es que el país está pasando por un ciclo de movilizaciones y de marchas de manera pacífica, sea a favor o en contra del gobierno. Eso es una memoria que no podemos perder. Tenemos una historia de movilizaciones que terminaron en violaciones de derechos humanos y violencia contra los que se manifestaban. Hoy podemos decir que la democracia se ha vivido en las calles. Eso ya es una muestra del cambio, así no lo quieran aceptar los 250.000 de ayer. Pero creo que hay que diferenciar los que se manifiestan. Tenemos que tener los oídos muy abiertos, no venimos a hacer lo de otros gobiernos que no escuchaban. No podemos rechazar de trajo la expresiones políticas, pero debemos diferencia.

¿De qué forma hay que diferenciarlo?

Parte de los que se movilizaron han rechazado de plano al presidente Petro, han estado en la oposición y tienen un modelo político diferente. De tajo quieren archivar todas las reformas y sus políticas, la mayoría está en Cambio Radical y Centro Democrático. Muchos son muy violentos, lo vimos en las marchas. Esa es una parte, pero también hay un sinnúmero de personas que tienen preocupaciones válidas y hasta votaron por el presidente en segunda vuelta. Muchos de esos ni salieron a marchar. A esos me interesa escuchar, no a los contradictores de siempre. Ellos exigen más y tenemos que escuchar. Con ellos tenemos los oídos totalmente abiertos.

Usted dice que hubo un sector que no salió que sí tienen preocupaciones respetables, pero en las marchas se vio a un Alejandro Gaviria o a una Catherine Juvinao que antes estaban con ustedes. ¿No están simplificando las marchas de ayer?

Hay que preguntarles a ellos cuando hablan de sus aparentes razones para movilizarse. Hay cosas que hay que escuchar y en otras hay que ser sinceros... Ellos dicen 'Cambio sí, pero no así' y eso evidencia una posición muy conservadora de la agenda de cambio. Yo no los ubico a ellos en la misma línea que el Centro Democrático, pero yo sí creo creo que el centro moldea mucho sus posiciones. Ellos dicen que votaron por un proyecto que ya no reconocen, pero todo lo que se está implementando está desde la campaña. Si ellos apoyaron este gobierno y hasta fueron ministros, es por conocimiento de causa. Uno ve un tufillo de oportunismo y de lavarse las manos con el cálculo político para sobresalir. Eso no me parece sincero.

Usted dice que quieren reconocer la voz de los que marcharon y hasta lo dicen cercanos al Presidente como Laura Sarabia, pero él no lo está haciendo...

Yo creo que el presidente Petro, respetando la movilización social, ve ese componente de que son muy radicales y que incluso han planteado un posible golpe blando. Ellos lo han aceptado. El presidente llama la atención sobre esa oposición radical, sin contenido y sin argumento. Hay que visibilizar eso también, sobre todo esos escenarios de insinuar violencia política. El Presidente llama la atención sobre eso, pero al mismo tiempo el país ve que Gustavo Petro es una persona que constantemente está llamado al diálogo. Se ha reunido dos o tres veces con el expresidente Uribe y con la oposición, incluso se ha reunido con el establecimiento económico más duro. Se han reunido y han acordado acciones. Petro, que asume su papel como autoridad máxima para dirigir el país, siempre se ha prestado para la conversación. Otras cosa es auspiciar que las voces más radicales sean las que sobresalgan y ahí sí perdería el país. No vamos desistir en tender puentes sobre los que quieran dialogar para la agenda del país que necesita cambios.

Es cierto que este domingo hubo un sector cuyas arengas en las marchas fueron violentas, pero, ¿cómo hacer para que eso no sirva para descalificar lo ocurrido en las movilizaciones?

Los líderes políticos tienen que responder el llamado. Así como el Presidente pudo sentarse con los grandes 'cacaos', siento que hay líderes políticos que deben hacerlo. Siento que hay muchos que no les interesa hacer las grandes reformas porque se tocan sus intereses. Ellos deben ser sinceros con el país. Hay gente que no les interesa que las EPS dejen de ganar lo que ganan porque está en juego mucha plata. Hay que ser sinceros. Qué es lo que quieren dialogar y qué no. Por qué no nos podemos de acuerdo con la reforma agraria. Ha faltado mucha sincerad de los líderes de oposición a la hora de sentarse a hablar. Esto no es solo sentarse para ganar tiempo a la espera de que se acabe el gobierno. Quieren quemar tiempo para que nada cambie. Quieren llevar al gobierno a un estado de inmovilidad y así pasar la página de esta administración progresista para que jamás vuelva. Ese es su cálculo político y no nos podemos prestar para eso. Nuestro compromiso es con la gente, sobre todo los sectores más empobrecidos. Todo bajo la Constitución y la ley. Esa es la discusión que debemos dar. Dejemos la hipocresía.

Usted dice que se han dado los espacios de diálogo, pero varios señalan que desde el Gobierno no hay intención de llegar a acuerdos sino imponer su agenda. ¿Qué responden?

Ninguna reforma que ha entrado al Congreso ha salido igual a como entró. Ni la reforma tributaria, ni el plan nacional de desarrollo. Incluso miren que la reforma de la salud en un primer momento eliminábamos las EPS y después decidimos convertirlas en gestoras de salud y vida. Aquí el punto es que tenemos un mandato constitucional y legal. Eso fue lo que la gente votó. Y cuando digo votó no es solo la votación hacia Petro. Recordemos que los dos que pasan a segunda vuelta fueron los 'outsiders', Rodolfo Hernández y Gustavo Petro. Ambos simbolizaban el cambio, fruto de esa movilización de 2021, que fue el inicio del movimiento constituyente. Yo me atrevo a pensar, que si no gobernara el presidente Petro y siguiéramos en la misma política de siempre, el país estaría absolutamente en el caos. Por eso es que ganó el Presidente Petro. No podemos desconocer eso. Nosotros colocamos las líneas del cambio y sobre eso construimos pero no podemos decir cambio para que nada cambie.

Ustedes vieron el resultado de las calles tras las marchas ¿cómo hacer para que eso no se traduzca en que los congresistas digan: 'las calles ya hablaron, vamos a frenar la agenda del gobierno’?

Los representantes a la Cámara que tienen unos vínculos más directos con el territorio, porque viven ahí, son los primeros en decir sí, es que a los territorios debe llegar el sistema de salud que no llega como llega como en Bogotá. Tenemos que escuchar a todos y tener un buen ejercicio de discernimiento, tenemos que tomar decisiones en función del país, no como algunos de estos congresistas que pueden estar tomando decisiones para quienes los financian.

El presidente ha dicho que las calles son una expresión del constituyente y las calles se han expresado en contra de las reformas del Gobierno, ¿Va a haber alguna pausa al tema Constituyente?

El proceso constituyente es la deliberación constante de la ciudadanía y a eso no hay que tenerle miedo. No podemos generalizar que los que se manifestaron ayer son toda la ciudadanía colombiana. Vamos a mirar el primero de mayo, se expresará otro tipo de ciudadanía, que también son ciudadanos y ciudadanos colombianos y Colombia y que probablemente tiene otra visión diferente a la que se movilizó el domingo.

¿Se está yendo hacia un pulso en las calles, donde una marcha se responde con otra y se comienza a medir quién sacó más gente?

En lo personal yo quisiera que ese no fuera el ideal, aquí no es un tema de quién pone más. Las movilizaciones sociales y la expresión popular tiene que responder las demandas y las exigencias. El Estado tiene que tener esa apertura para canalizar esas demandas, cuando se hacen adecuadamente. Una movilización por movilización, simplemente para decir ‘fuera Petro’ no tiene ningún tipo de sentido.

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