Gran Bazar : la esperanza de 750 vendedores informales del Centro de Barranquilla

hace 2 semanas 23

Llenarse de paciencia es la actitud que los vendedores del Gran Bazar, el mercado inaugurado el pasado 14 de abril en Barranquilla, aseguran deben tener por estos días mientras el negocio despega. 

(Además : Alarmante panorama en el Caribe ante altos costos de la energía)

Pero mantener la calma y la tranquilidad no es fácil, cuando la incertidumbre ronda a los más de 200 vendedores que ya se encuentran atendiendo desde esta moderna estructura.

Los comerciantes aseguran que aún no ven a los clientes llegar y sostienen que las ventas aún no despegan.

El martes 23 de abril Alberto Castro, de 62 años de edad, vendedor de frutas y verduras, cumplió 8 días de estar trabajando en el local que le asignaron. Él es uno de los 750 vendedores beneficiados por la Alcaldía de Barranquilla.

Castro le contó al corresponsal de EL TIEMPO que está inquieto por la falta de clientes y las bajas ventas. Recuerda que desde los 9 años de edad anda por las calles del mercado y lleva unos 40 años ganándose la vida vendiendo frutas y verduras.

Los locales de la nueva plaza de mercado aún no están ocupados en su totalidad.

Los locales de la nueva plaza de mercado aún no están ocupados en su totalidad.

Foto:Leonardo Herrera EL TIEMPO

Muchos años estuvo en una mesa que colocaba la calle 10 con carrera 43, en donde asegura en un día bueno vendía hasta un millón de pesos. “Vendíamos más que ahora, pero no estábamos protegido del sol, la lluvia o el polvo, como en estos momentos”, cuenta, sin ocultar la preocupación que lo embarga. “No hay clientes, las ventas se me bajaron”, indica.

Vendíamos más que ahora, pero no estábamos protegido del sol, la lluvia o el polvo, como en estos momentos

El lamento Castro es igual al de otros comerciantes, que trabajaron en las calles gran parte de sus vidas y fueron reubicados en este lugar.

Sugey Sarabía tiene un puesto de venta de comida en la nueva plaza, y también vive unos días duros. Trabajaba en la calle 10 con carrera 43, en donde vendía unos 200 mil pesos en desayunos. A las 4 a.m. iniciaba el trabajo y a las 10 a.m. ya estaba desocupada.

“Me tocó bajarle mil pesos a los platos, de 8 libras de arroz estoy en cuatro y me toca salir a buscar o llamar a los clientes, porque no quieren venir hasta acá”, dice en tono desolado la mujer.

Vendedores siguen en la calle

Detrás de la preocupación por las bajas ventas, hay un malestar que ronda a Castro y Sarabia. Aseguran que muchos de los beneficiados con un local en la nueva plaza de mercado siguen en las calles del sector, es decir invadiendo el espacio público y trabajando de manera informal.

“Dicen que el lugar está muy solo, pero si ellos siguen en la calle, no podemos llenar esto”, señala Castro.

A pesar de su potencial, el Gran Bazar se enfrenta a una serie de desafíos que podrían obstaculizar su éxito a largo plazo. Entre los principales problemas están la alta competencia en la zona, la informalidad en el comercio y las preocupaciones de la seguridad de los clientes.

Manuel Padilla, un mayorista de frutas, que dice ser uno de los líderes de los comerciantes en Gran Bazar, asegura que los locales no están ocupados en su totalidad porque la Alcaldía está depurando las listas de los censos que se hicieron, para asegurar que los comerciantes que están aquí son los que llenaron los requisitos.

“Con el pasar de los días esto se va a llenar. Como en todos los negocios: hay que tener paciencia”, manifiesta él.

La tarea está hecha

Gran Bazar es la plaza de mercado más moderna del Caribe. Se trata de una estructura abierta y funcional. Aquí, los residuos sólidos serán recogidos y aprovechados para generar energía y abono, marcando así un paso adelante en la sostenibilidad ambiental y el desarrollo económico.

Esta mole tiene 21 mil metros cuadrados, y costó 36 mil millones de pesos. Está ubicada entre las calles 7 y 10, y carreras 41N y 42, en todo el corazón de la zona de acopio del mercado de Barranquilla.

Barranquilla

Gran Bazar es una apuesta a organizar las ventas callejeras en el Centro de Barranquilla.

Foto:Alcaldía

La Alcaldía busca con este proyecto ordenar la actividad de mercadeo (ventas de frutas y verduras, carnes, pescados, entre otras) que se da en forma desordenada en el sector.

Para eso comenzó la reubicación de vendedores estacionarios y ambulantes, la recuperación del espacio público, la construcción de vías de acceso y mejorar la seguridad.

Las vías que arreglan son la carrera 41B entre calles 9 y calle 30, un segundo tramo está ubicado en la calle 9 entre 41 y 42C y también el sector de la carrera 42 entre calles 8 y 9.

Para garantizar la seguridad en el área, en la plaza y sus alrededores hay presencia permanente de la Policía.

En el lugar se instalarán cámaras de videovigilancia conectadas al Centro Automático de Despacho de la Policía.

Las Secretarías de Gobierno, Control Urbano y Espacio Público y la Oficina de Servicios Públicos
realizan campañas con el fin de mantener el entorno de la mejor forma posible y de pasao promocionar el sitio para que los barranquilleros lleguen a realizar sus compras.

Son estas acciones la que llenan de confianza a Alberto Castro, quien lleva toda su vida viviendo de las ventas en el mercado y ahora más que nunca sabe que hay que llenarse de paciencia.

LEONARDO HERRERA DELGANS
​Corresponsal de EL TIEMPO Barranquilla
​Escríbeme a leoher@eltiempo.com y en X:@leoher70

Read Entire Article