Fenómeno de El Niño podría elevar la deuda un 3 % como porcentaje del PIB en la región

hace 2 meses 30

Si bien las economías de América Latina y el Caribe superaron las expectativas en el 2023 al crecer en conjunto un 2,1 por ciento en medio de menores presiones inflacionarias y rebajas de tasas de interés, el 2024 pinta con más riesgos. La región se desaceleraría hasta 1,6 por ciento debido a un menor crecimiento global, precios estables de las materias primas y niveles de deuda relativamente altos. Además, a largo plazo se requieren soluciones urgentes para impulsar la productividad.

Así lo expresa un informe macroeconómico elaborado por el BID que fue presentado a los gobernadores de la organización en el marco de las reuniones anuales celebradas en Punta Cana (República Dominicana). Este aborda los principales problemas que enfrenta la región este año en el ámbito monetario, fiscal y financiero, además de los retos del crecimiento a largo plazo.

O Equador dolarizou sua economia nos anos 2000

Foto:Getty Images

“Un escenario de estrés para la economía estadounidense con presiones inflacionarias persistentes que mantendrían la inflación por encima de la meta de 2 por ciento de la Reserva Federal y obligarían a retrasos en el recorte de las tasas de referencia de política monetaria afectarían la dinámica de crecimiento de la región”, dice el documento. De llegar a presentarse este escenario negativo la región crecería apenas 0,7 por ciento.

Igualmente, sostiene que la dinámica del crecimiento en China y los mercados de materias primas también podrían afectar a América Latina y el Caribe. “Un escenario en el que el crecimiento en China sea una desviación estándar inferior al 4,5 por ciento actualmente proyectado por los analistas privados y en que los precios del petróleo caigan perjudicaría”, indica.

La paradoja de la productividad

Según el informe del BID, el crecimiento de la productividad en la región es “inquietantemente bajo” por lo que abordar este problema es crucial para la prosperidad económica para lo que se requieren reformas integrales en los diferentes países.

“Se requieren esfuerzos urgentes para mejorar el crecimiento de la productividad y del capital humano, ámbitos en que los que la región acusa un rezago en relación con otras economías emergentes. Abordar estos problemas requiere de reformas integrales diseñadas para mitigar diversos riesgos y promover un contexto seguro para las inversiones privadas a largo plazo”, manifestó el economista jefe del BID, Eric Parrado.

El banco evidencia que mientras la productividad creció sostenidamente en las economías avanzadas y en Asia Emergente (1,43 y 2,31 por ciento, respectivamente) en el periodo entre 1960-2019, se mantuvo esencialmente estancada en América Latina y el Caribe al crecer apenas 0,06 por ciento.

Caídas de construcción, comercio y manufactura llevaron a la economía a crecer 0,6 % en 2023.

Caídas de construcción, comercio y manufactura llevaron a la economía colombiana a crecer 0,6 % en 2023.

Foto:César Melgarejo. EL TIEMPO

Esto quiere decir que a lo largo de seis décadas, la productividad de la región ha mostrado un crecimiento casi nulo, lo que según el BID suscita preocupaciones sobre el desarrollo económico de la región.

“Si la productividad hubiese seguido el ritmo de Asia Emergente, su PIB sería 3,6 veces mayor”, sostiene el banco de desarrollo.

Entre las políticas para impulsarla a largo plazo, el informe recomienda mejorar el acceso a una educación de calidad, fomentar la formalización y el crecimiento de las pequeñas empresas, facilitar el acceso a los mercados mundiales a todas las empresas, aprovechar la reorganización y los cambios en las cadenas de valor a nivel global para atraer flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) y promover un mercado crediticio más competitivo para el sector corporativo.

Los retos fiscales siguen

Según el informe, las políticas de estabilización macroeconómica de la región se llevaron a cabo correctamente tras la crisis que supuso la pandemia del covid-19. Sin embargo, el BID reconoce que todavía hay riesgos en el frente fiscal, lo que podría generar flujos de capital volátiles y plantear problemas a la estabilidad económica de la región.

Adicional a ello, indica que los bancos centrales podrían tener dificultades para disminuir las tasas de interés rápidamente en el caso de que las economías avanzadas no hagan lo mismo pronto, dado que las tasas de interés más bajas en América Latina y el Caribe podrían desatar flujos de salida de capital y depreciaciones de los tipos de cambio.

Sigue habiendo retos en los frentes fiscal y monetario. Tras alcanzar un máximo del 9,8 por ciento en julio de 2022, las tasas de interés han iniciado una senda descendente, aunque puede resultar difícil que lo hagan con rapidez, ya que podrían producirse salidas de capital”, explica Parrado.

Precio del dólar hoy

Foto:EL TIEMPO

Según el informe, las trayectorias de la deuda/PIB varían futuro en función de grupos de países. Los dependientes del turismo lograrían una consolidación fiscal rápida al reducir la deuda al 61 por ciento del PIB hacia 2026. En cambio, las economías dependientes de las materias primas se enfrentan a la volatilidad, y la deuda se estabilizaría en un 50 por ciento, 14 puntos por encima del nivel prudente. Además, las economías diversificadas experimentarían una disminución moderada hasta el 57 por ciento del PIB.

La presión que podría poner el Niño

En el 2023, El Fenómeno de El Niño, caracterizado por altas temperaturas del mar, tuvo un impacto considerable en América Latina y el Caribe, y el informe resalta que las repercusiones continuarían en este 2024.

“Más allá de los efectos meteorológicos, El Niño afecta adversamente las condiciones fiscales, limita el crecimiento económico y aumenta la inflación en la región”, dice.

En Colombia, hay 391 municipios, en 24 departamentos, susceptibles de sufrir desabastecimiento de agua, ya sea por falta de lluvias o de otros recursos hídricos naturales, o por  insuficiencia en la infraestructura de abastecimiento.

Foto:Juan Pablo Rueda.

El informe también prevé que este fenómeno pueda dar lugar a un aumento promedio en los países de la región del 3 por ciento de la deuda como porcentaje del PIB en tres años respecto del escenario de referencia del 60 por ciento.

"Las economías diversificadas son las que sufren el impacto más importante de los shocks inducidos por el clima, principalmente debido a una menor producción agrícolae hidroeléctrica, junto con daños potenciales al capital y la infraestructura y los países dependientes del turismo y de las materias primas experimentan un impacto moderado en las cuentas fiscales", dice. 

Esta previsión, según el BID, subraya la importancia de integrar la inversión pública en adaptación y mitigación en la agenda del cambio climático como opción política complementaria para los países.

En materia de crecimiento, se prevé que Perú y Ecuador serán los más afectados, con desviaciones del crecimiento entre 1,3 y 4,4 puntos porcentuales para El Niño moderado y extraordinario, respectivamente. En cambio, el impacto negativo en Colombia puede ser más pequeño, entre 0,5 y 0,9 puntos. 

En términos de inflación, el aumento de Colombia se prevé que será entre 1,7 y 3,0, mientras que el de Perú entre 1,0 y 3,0 puntos. Entre tanto, Ecuador no muestra efectos inflacionarios significativos. 

Para finalizar, en este contexto de bajo crecimiento, elevados ratios deuda/PIB, importantes brechas fiscales y shocks causados por factores meteorológicos el informe recomienda un rápido cierre de las brechas fiscales en aras de la sostenibilidad y como complemento de la política monetaria. 

"Las opciones políticas analizadas incluyen reglas fiscales eficaces, decisiones tributarias estratégicas y un gasto público más eficiente", concluye Parrado. 

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