Embalses: ¿ya pasó la crisis energética? Expertos opinan

hace 1 semana 29

Con mayo llegó una temporada de lluvias que empezó a recuperar el nivel de los embalses, sin embargo, expertos opinan que todavía falta un largo camino por recorrer para volver a niveles normales y dan sugerencias para evitar este escenario a futuro.

La temporada del fenómeno del Niño, que, según el Ministerio de Ambiente, empezó en noviembre del año pasado, trajo consigo un periodo de sequías que redujo drásticamente las lluvias en el país.

Como consecuencia, los embalses nacionales, que abastecen de agua y generan energía en las ciudades y municipios del país, cayeron hasta alcanzar valores mínimos que pusieron en riesgo la provisión de estos importantes servicios.

Según XM, entidad operadora del sistema interconectado y administradora del mercado de energía, el 18 de abril el volumen de agua que sirve para generar energía en los embalses alcanzó un valor de 28,56 por ciento, 0,93 puntos porcentuales por encima del nivel crítico definido por la Creg; si se llegase a superar este umbral, el país entraría en un estado de urgencia que podría implicar racionamiento eléctrico.

Para ponerlo en perspectiva, un valor de esta magnitud tan pequeña no se observaba hace 40 años, pues, antes del Niño, los niveles de agua, comúnmente, rondaban el 70 por ciento.

El Gobierno Nacional, por medio del Ideam, insistía en que las lluvias iban a llegar en marzo, pero las sequías persistían y los embalses seguían a la baja.

Omar Andrés Camacho, ministro de Minas.

Omar Andrés Camacho, ministro de Minas.

Foto:Twitter: @andrescamachom_

Para contrarrestar esta problemática, se tomaron varias medidas: por un lado, el Ministerio de Minas emitió una resolución en la que establecía que las térmicas debían generar la máxima cantidad de energía despachable para compensar por los embalses; de igual forma, Andrés Camacho, ministro de la cartera, limitó la venta de energía a Ecuador; y la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) creó incentivos de ahorro de energía y cobros extra por despilfarro de electricidad.

La situación era compleja y las acciones lo reflejaban. La incertidumbre no dejaba de crecer y el eco de la crisis energética de los 90 estaba más presente que nunca: ¿iban a haber apagones? ¿se tomarían medidas de racionamiento? ¿se tendría que volver a correr la hora como en el periodo presidencial de Gaviria?

Esto podía traer consecuencias graves: según el grupo de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá, una hora de racionamiento de energía al día costaría entre 175 y 204 mil millones de pesos, además de generar un impacto directo en las industria Manufacturera, en la Minería y en el Comercio.

Sin embargo, hubo buenas noticias: las anheladas lluvias llegaron a finales de abril.

Desde entonces, el volumen útil de agua se ha ido recuperando gradualmente y se ha alejado del nivel crítico. El último dato publicado por XM, que corresponde al 9 de mayo, muestra que esta cifra se ubicó en 36,04 por ciento, mientras que la senda de referencia está en 28,2 por ciento. Es decir, la distancia al nivel crítico es de 7,84 por ciento, un valor mayor a la distancia observada en diciembre del año pasado.

Tebsa

Tebsa

Foto:Tebsa

A esto se le suma las declaración de Andrés Camacho, quien, a través de su X, dijo este viernes 10 de mayo que ya se había superado el fenómeno del Niño: "Pasamos los meses con mayores temperaturas y con menos lluvias de nuestra historia en 5 décadas, aún así, sin un segundo de racionamiento de energía y con una preparación de más de un año, 35 sesiones de PMU y 50 acciones, juntos lo hemos logrado!"

Frente a este comentario, Amylkar Acosta, exministro de minas y energías, le dijo a EL TIEMPO que "nos salvo la campana", pues "un país cuya garantía de abastecimiento del servicio de energía depende no de la gestión y de las medidas que tome el Ministerio del ramo, sino de la aleatoriedad de los caprichos de la naturaleza anda muy mal."

​"No tiene, entonces, razón el Ministro Camacho para venir a sacar pecho y levantar los brazos por, supuestamente, haber logrado superar el fenómeno de El Niño 'sin un segundo de racionamiento de energía'", acervó Acosta.

En medio de este balance, los embalses siguen lejos de los niveles de 70 por ciento que tenían antes del fenómeno del Niño, por lo que surge la duda: ¿ya pasó la crisis?

Acosta, respecto a esta pregunta, dijo: “Con las lluvias recientes hemos pasado de la alerta roja a la alerta naranja. No hemos vuelto a la normalidad.”

Bogotá y toda la Sabana está ad portas de un apagón

Según el exfuncionario, la problemática se debe, en parte, al “notorio atraso en la ejecución de los proyectos, tanto de generación como de transmisión”, lo que, sumado a una estrechez en la oferta y demanda de energía nacional, ha hecho que el Sistema Interconectado Nacional (SIN) alcanzara su máximo nivel de ‘stress’.

Asegura que "la recuperación de los embalses, en momentos en los que estábamos a punto de llegar al nivel crítico del 27 por ciento, alejando el fantasma del racionamiento, se debe única y exclusivamente a la meteorología y no a la gestión del Ministro."

Para Acosta, el ministro Camacho se precipitó en afirmar en febrero que el Niño estaba llegando a su fin, lo que, sumado al anuncio de la Ministra de Ambiente de que las lluvias llegarían en marzo, le dio una "señal equivocada a los generadores hídricos que, en lugar de guardar agua para su fase más severa, generaron más allá de lo que aconsejaba la prudencia. Ha primado la imprevisión y la improvisación".

Por esto, Acosta afirma que “Bogotá y toda la Sabana está ad portas de un apagón” y sugiere alternativas para contrarrestar esta problemática. 

“Para volver a la normalidad es imprescindible acelerar la ejecución de los proyectos atascados y, hacia futuro, se requieren nuevas subastas para la expansión del parque de generación, ya que el resultado de la más reciente, en febrero de este año, se quedó corta para garantizar la Oferta de energía firme (OEF) para los años 2027-2028”, dijo el exministro.

Hidroeléctrica Chivor

Hidroeléctrica Chivor

Foto:Hidroeléctrica Chivor

También hizo énfasis en que esta coyuntura demostró la importancia de diversificar la matriz energética, apoyándose no solamente en las térmicas sino también en “las energías renovables, cuyos proyectos, especialmente los parques eólicos, aún no se integran a la matriz eléctrica, que le darían mayor resiliencia frente al cambio climático.”

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En contraste, Alejandro Castañeda, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (Andeg) opina que “estamos saliendo de esa situación crítica”, puesto que los embalses están por encima del 35 por ciento y los aportes hídricos (lluvias que nutren los embalses) han estado por encima de los promedios históricos en algunos días de mayo.

Considera que para volver a la normalidad se “debe tener unos niveles de embalse superiores al 70 por ciento hacia el mes de noviembre”, para lo que es necesario seguir contando con la generación térmica, de forma que los embalses se llenen más rápido.

“La térmica está dentro de nuestro sistema eléctrico precisamente para darnos una mano en los fenómenos del Niño con dos funciones: la primera es siempre ayudar a la recuperación de los embalses a guardar agua y la segunda es para asegurar que el embalse se use de forma gradual, para que no se agote de forma rápida.”

El embalse de San Rafael hace parte del sistema Chingaza.

El embalse de San Rafael que hace parte del sistema Chingaza.

Foto:Archivo EL TIEMPO

Considera que el sistema es robusto, resiliente, confiable y seguro porque van más de 30 años en que no ha habido apagón; en este orden de ideas, asegura que es un sistema “capaz de garantizar a los usuarios del país la continuidad en la prestación del servicio de energía eléctrica, lo cual es una muy buena noticia”.

Cuando se le preguntó si existe el riesgo de que se repita esta problemática, dijo: “sí, siempre que llega un fenómeno del niño, es una situación estresante, es una situación que nos lleva casi a los límites mínimos.”

Por esto, y al igual que Acosta, insiste en que es necesario “agregar nueva energía firme al sistema”, o de lo contrario, habría “problemas de desabastecimiento hacia los años 2027-2028". La forma para lograr esto, afirma Castañeda, es “hacer una subasta de cargo por confiabilidad para seguir aumentando la capacidad de generación de energía”, propuesta que la Andeg ya ha discutido con el Gobierno.

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