El panadero de París que desafío las redes sociales para mostrar su más reciente creación

hace 2 semanas 21

Stéphane Louvard creó el “crookie” hace casi un año y medio cuando se le ocurrió la idea de insertar poner masa de galletas en un croissant y luego hornearlo nuevamente.

Pero la demanda por sus “crookies” se disparó en los últimos meses después de que videos en TikTok hicieron alarde de su creación. Un día de febrero, Louvard vendió 2 mil 300 de ellos en su panadería en un bullicioso barrio parisino.

“Alguien me dijo que hasta viajó desde Madrid sólo para comprar un ‘crookie’”, dijo Louvard mientras preparaba una bandeja de croissants, listos para ser cortados por la mitad y rellenados con masa de galleta con chispas de chocolate.

El crookie no sólo ha invadido las redes sociales, sino que se ha extendido a panaderías de todo el mundo. El croissant tiene mucho tiempo de ser un favorito en la capital francesa —cuenta la leyenda que María Antonieta lo trajo por primera vez desde Austria a fines del siglo 18. Pero la cocción de fusión se ha vuelto más común en los últimos años, y los panaderos han adoptado tendencias como el “brookie” (que fusiona un brownie y una galleta), el “cronut” y el “cruffin” (que combinan croissants con donas y muffins).

Louvard, de 51 años, se inspiró para crear el crookie una mañana de octubre del 2022, cuando estaba preparando croissants y vio a su equipo haciendo galletas y decidió mezclarlas. Continuó haciendo crookies principalmente por diversión. Logró vender una docena o dos por día y luego los abandonó el verano pasado cuando las temperaturas subieron y las ventas de repostería pesada disminuyeron. El otoño siguiente, volvió a hornear crookies a petición de clientes habituales, pero las ventas nunca superaron los 30 por día.

Luego, una guía de comida presentó al crookie en TikTok en diciembre, obteniendo un millón de visitas. Ese video fue seguido por uno en febrero del influencer Johan Papz, que ha sido visto 3 millones de veces.

“Esto es literalmente pornografía gastronómica”, dijo Papz en su video, blandiendo el pastelito. Al morderlo, una expresión de placer se extiende por su rostro.

Nuevos clientes llenaron Maison Louvard, la panadería de Louvard. “Empezamos a duplicar las cantidades, llegamos a 600, 700 piezas por día, pero nunca dábamos abasto”, dijo.

La Maison Louvard tuvo que reorganizar toda su producción. Louvard dijo que la demanda había caído durante el mes de ayuno musulmán del Ramadán y a medida que el clima se calentaba. Pero todavía vende alrededor de mil al día.

Aun así, el crookie tiene sus detractores. “Me estoy ahogando; ojalá tuviera una botella de agua”, dijo David Iemolo, un turista de Pensilvania. “Ambos individualmente son geniales; juntos para mí probablemente es demasiado”.

En las redes sociales abundan los comentarios que describen a los crookies como demasiado aceitosos o demasiado “estadounidenses”. También está el precio, 5.90 euros (unos 6.30 dólares), el triple del de un croissant típico.

“Es el precio de un croissant sumado al de una galleta”, dijo Louvard, citando la calidad de los ingredientes. Crear la “viennoiserie” perfecta (pastelería suave y ligera por dentro y crujiente y mantequillosa por fuera) lleva 36 horas.

Didier Chaput, profesor de la escuela de artes culinarias Ferrandi, se alegra de que los crookies hayan puesto en escena la repostería recién hecha. Aún así, dijo, “la pregunta fundamental siempre es dónde encontrar el mejor croissant en París”.

Read Entire Article