‘El mejor acto humanitario en el proceso con el Eln es que se cumpla la tregua’: almirante Romero

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El próximo 3 de mayo el cese del fuego entre el Gobierno y el Eln completará nueve meses de vigencia. Si bien no ha estado exento de momentos de tensión -el secuestro de Luis Manuel Díaz y la incertidumbre que hubo días antes de que las partes tomaron la decisión de extenderlo por seis meses más-, sigue siendo uno de los componentes que muestra más solidez en la negociación.

Para hablar del Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MMV) de la tregua, de su funcionamiento y de los retos para los integrantes de dicha instancia, EL TIEMPO habló con el almirante (r) Orlando Romero Reyes, negociador del Gobierno en la mesa con la guerrilla.

¿En qué consiste ese mecanismo del que usted hace parte?

Ese mecanismo tiene la ventaja de que busca prevenir en primera instancia que se desarrollen acciones ofensivas en los diferentes sectores del país.

Estamos ante un caso inédito de negociación en Colombia porque es la primera vez que tenemos un gobierno de izquierda que ha planteado una política de ‘paz total’, tenemos a una jefe delegación que es mujer, Vera Grabe, y una delegación de Gobierno que es diversa. Tenemos una gran conflictividad de grupos ilegales en las regiones, la necesidad de desarrollar al mismo tiempo un cese del fuego, unas transformaciones que están contempladas en el Plan Nacional de Desarrollo de acuerdos humanitarios y lo que es la participación. Por este motivo este mecanismo de monitoreo es inédito: presenta grandes elementos que lo hacen especial. Está conformado en una instancia nacional, tiene una instancia regional y otras instancias locales. 

En la instancia nacional tiene representantes de Naciones Unidas, de la delegación del Eln, de la delegación del Gobierno, representadas en integrantes de las Fuerzas Militares y de la Policía, y también delegación de la Conferencia Episcopal de Colombia, es decir, cuatro componentes. Además, tenemos una ventaja muy grande que es el acompañamiento de la sociedad. Tenemos por primera vez la oportunidad de que en este mecanismo de monitoreo y verificación, con la dirección la coordinación de Naciones Unidas, se puedan articular una instancia nacional, que es en Bogotá, con nueve instancias regionales que están en diferentes áreas en donde hay influencia del Eln y con las 22 sedes locales que están distribuidas en diferentes partes del país. Este mecanismo tiene un propósito que es contribuir a la verificación de cumplimiento de los compromisos de tal forma que se pueda reducir la intensidad del conflicto, generar confianza y facilitar los carriles para la participación, los acuerdos humanitarios y las transformaciones territoriales.

Por supuesto que esto nos permite, con los diferentes protocolos que se han firmado, poder dar fe con la comunidad internacional de que las partes están cumpliendo con ese cese. Ha habido la articulación de nueve protocolos que son los que hacen parte del mecanismo con un procedimiento operativo normal, que es el manual de funciones y de organización del mecanismo. Ese mecanismo tiene la ventaja de que busca prevenir en primera instancia que se desarrollen acciones ofensivas en los diferentes sectores del país.

(Lea también: ¿Por qué es 'inviable' para el Gobierno una doble negociación con el Eln?).

Delegaciones de paz concluyeron su reunión extraordinaria.

Pablo Beltrán y Vera Grabe, delegados del Eln y del Gobierno, respectivamente.

Foto:Oficina del Alto Comisionado para la Paz.

El mecanismo tiene otro componente, que es el preventivo, ¿en qué consiste y cómo funciona?

En este momento, con el cese se tiene como compromiso no entrar en combate, se mantienen las medidas defensivas, teniendo en cuenta que hay una alta conflictividad, y un compromiso para poder garantizar que no haya desarrollo de actividades ilegales. También se busca mantener una comunicación con el Gobierno para que, en caso de que haya presencia algún grupo ilegal que pueda afectar esa organización, se transmita la información a través de Naciones Unidas y se pueda prevenir algún incidente de contacto armado. También se busca que se pueda recibir información tanto de la delegación del Gobierno como la delegación del Eln o de Naciones Unidas, que tiene una gran red distribuida en los diferentes sectores del país, y ellos sirven de puente para articular con la veeduría social para que faciliten la información que les conste sobre posibles incidentes que se desarrollan en el área. Aquí tenemos una arquitectura que es un trabajo técnico, pero a la vez permite que la sociedad pueda participar dando fe de los compromisos de las partes.

¿Cómo es el proceso interno cuando hay una denuncia de una posible violación al cese?

Por ejemplo, si un ciudadano tiene conocimiento de alguna actividad ilícita, puede comunicarse con los delegados de las Fuerzas Militares, con la Policía, o con Naciones Unidas para transmitir esa información guardando la reserva. Hay un compromiso de que toda esa información se va a transcribir y va a llegar a las instancias para poder presentarla y verificarla. ¿En qué consiste la verificación? Una vez se recibe la información, se registra, se determina cuál es el posible incidente, se determina cuáles son los vacíos de la información, se le pide tanto al Gobierno como al Eln que den ampliación sobre ese posible hecho y se analiza en un comité técnico. La instancia nacional tiene tres comités y uno de ellos, el técnico, verifica y clasifica los casos, se encarga de determinar cómo llegó la información y qué le hace falta para poderla llevar a una plenaria y poder calificarla.

¿Pero estos incidentes solo se pueden tramitar en la instancia nacional?

La información se puede tramitar en cualquiera de las sedes. Nosotros quisiéramos que la información llegue a través de las personas que le consta que ha sucedido un evento, pero no hay limitación para que cualquier persona que, por ejemplo, conoció a través de una tercera persona sobre un hecho que está afectando la garantía de derechos y libertades, lo pueda manifestar.

Y en el caso de que se presente una denuncia por secuestro, ¿funciona igual?

Cuando se tiene conocimiento de que hay una privación de libertad, se espera a que llegue al mecanismo por cualquiera de las partes, no necesariamente tiene que ser el Eln o el Gobierno. Para poner un ejemplo, podemos mencionar el caso del señor Mane Díaz. Una vez que se tuvo conocimiento por parte del Gobierno, le mandaron la información al mecanismo, el mecanismo consultó con el Eln, ellos dicen ‘vamos a verificar’, luego confirmaron la privación de la libertad. Entonces hay un compromiso entre sus protocolos de informar al mecanismo cuando se tengan casos de privación de la libertad, independientemente de cuál sea el fin. Luego se activó ese canal, se coordinó con los delegados del Gobierno una acción humanitaria para la entrega de Díaz y se procedió a cuadrar todo lo que son los compromisos con cada una de las partes, tener los delegados de las Naciones Unidas y empezar a planear la operación con las autoridades de la Policía y las Fuerzas Militares.

¿En qué porcentaje está funcionando hoy el mecanismo?

Actualmente, de las tres instancias, está funcionando la nacional, las Naciones Unidas tiene desplegado todos los componentes a nivel nacional, regional y local. Ellos ya tienen una capacidad instalada que nos ayuda muchísimo y cumplen varias funciones. También están los delegados del Gobierno, que son los de las Fuerzas Militares y la Policía, que están desplegados en la instancia local, regional y nacional, pero no tenemos los delegados del Eln en la estancia regional ni local, ahí tenemos una falencia. Estamos trabajando para poder resolver eso lo más pronto posible, pero los canales de comunicación se mantienen en la instancia nacional. Entonces, aunque no se tengan los delegados del Eln se procede a recargar el trabajo en la instancia nacional para poder resolver esos posibles incidentes.

¿De qué depende que lleguen esos delegados?

Vera Grabe, jefe de la delegación del Gobierno, y Pablo Beltrán, máximo delegado del Eln.

Cese del fuego con el Eln tiene vigencia hasta el 3 de agosto de 2024.

Foto:Eliana Aponte. EL TIEMPO

El resultado de todo este trabajo es el informe que se le presenta a la mesa, ¿en qué va eso?

El mecanismo tiene unos protocolos. Hay uno que habla de la suspensión, prórroga y de la presentación de informes. Se está contemplado que antes de iniciar un ciclo el mecanismo monitoreo presenta un balance del cumplimiento de los compromisos que se han establecido en el cese, pero teniendo en cuenta que hemos estado de crisis en crisis, lo que decidimos fue tener una estadística de los casos que se tienen, poderlos presentar a los delegados del Gobierno y del Eln y que ellos de manera independiente hagan un balance entonces. Por ejemplo, ahora que estuvimos una reunión extraordinaria, nosotros, los delegados del Gobierno, teníamos un informe listo para tratar, pero la reunión solo se enfocó en el tema de Nariño y no fue necesario presentar un balance.

¿Cuál es el balance que usted haría de este cese del fuego?

Segundo, tenemos que decir que ha habido un gran funcionamiento del canal de comunicación que permite que el Eln se entere de parte del Gobierno, cuáles son las situaciones de riesgo que se presentan en el área para poder, pues, tener los casos de prevención.

Los únicos que están autorizados para entregar un balance del cumplimiento de los compromisos, por los reglamentos que tenemos, son Jennifer Wright y Danilo Rosales, que son los delegados de Naciones Unidas. Pero de manera preliminar, le puedo decir que el mecanismo, sin estar funcionando con las instancias regionales y locales como debería ser, ha tenido muy buenos casos de prevención que han evitado primero, pues que se presenten contactos armados y tengamos muertos o heridos de las Fuerzas Militares. Segundo, tenemos que decir que ha habido un gran funcionamiento del canal de comunicación que permite que el Eln se entere de parte del Gobierno, cuáles son las situaciones de riesgo que se presentan en el área para poder, pues, tener los casos de prevención. Tercero, tenemos una gran comunicación con la Conferencia Episcopal que nos permite hacer una pedagogía, que es importante para que la sociedad se vincule no solamente de la instancia nacional, sino de la local y regional, colaborando con la información que les conste. Si hay información sobre retenes ilegales, casos de extorsión, con la afectación de la libertad, con financiamiento, desplazamiento o reclutamiento, esa información es válida, porque allí es donde podemos determinar cuál es el nivel de voluntad política de las partes para cumplir con la paz.

¿Cómo explicarle a la gente que el Eln también hace parte de ese mecanismo?

Una de las labores que cumple el mecanismo de monitoreo es generar confianza. El hecho de que nos sentemos en una mesa, les digamos ‘mire, aquí está llegando información sobre un secuestro, sobre una extorsión’ y que ellos tomen la decisión de verificar y confirmar bajo el principio de la buena fe y bajo el principio de voluntad política, eso nos permite seguir avanzando en otro tipo de compromisos.

¿Qué rol juega este mecanismo para la participación y los otros componentes del proceso?

El mejor acto humanitario que se puede presentar en el proceso de diálogos con el Eln es que se cumpla la tregua, la gente necesita percibir de manera directa que no hay afectaciones a los derechos y libertades de la sociedad. Nosotros estamos en deuda y nuestra responsabilidad es tener todo el mecanismo, que nos pregunten a nosotros sobre qué ha pasado con los compromisos. Estamos para poner la cara y decirle cuáles son los compromisos del Gobierno y cuáles son los del Eln.

REDACCIÓN POLÍTICA

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