El artista que impregnó de color los tanques de agua de la estrategia Misión Guajira

El arte se convierte en un puente de expresión y esperanza en la comunidad wayú de Parenska, en La Guajira, gracias al talento del pintor empírico Miguel Acosta Contreras, y los menores de las comunidades aledañas.

Este artista, cuyo arte fluye en conexión con la realidad, ha dejado su marca en los tanques para almacenar el agua de la primera planta potabilizadora que forma parte de la estrategia Misión Guajira, una alianza público – privada, cuyos primeros resultados fueron entregados a la comunidad por el presidente Gustavo Petro, el Grupo Aval, Promigas y aliados.
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La planta potabilizadora cuenta con una capacidad mínima de 15,000 litros diarios y está energizada con un sistema fotovoltaico, que beneficiará a 113 familias de las comunidades Parenska 1, Parenska 2 y Grasamana, áreas anteriormente afectadas por la escasez de este recurso vital.

Acosta, con su técnica única y llena de sentimiento, plasmó en los tanques que almacenan el preciado líquido para las comunidades la “Historia del Agua”, una obra que captura la transformación vivida por estas comunidades desde que el acceso al agua potable se convirtió en una realidad palpable en sus vidas.

Se trata de una composición con momentos de la vida cotidiana de los wayús, desde lo matinal hasta el atardecer, que contempla la necesidad inicial de acudir al río Ranchería para obtener agua hasta la construcción de pozos y molinos para asegurar su abastecimiento.

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“Siempre he practicado un arte con sentimiento, el sentir del pueblo lo plasmo en mis obras”, comentó Acosta. “Cuando vi esta oportunidad de contribuir con mi arte a la comunidad, no lo dudé ni un segundo. Los dibujos que he plasmado en los tanques representan la historia y la lucha de los wayuu por el acceso al agua, desde el amanecer hasta el atardecer”.

Acosta utilizó pintura acrílica de alta calidad y aplicó una capa de poliuretano para proteger sus obras de las inclemencias del clima. Aunque el proceso de pintura para este tanque le llevó dos días, el artista dedicó 15 días para completar los cinco tanques que forman parte del proyecto en otras comunidades, ya que había unos que doblaron el tamaño del entregado en Parenska.
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Este artista guajiro, quien se describe a sí mismo como un pintor empírico de arte wayúu, ha dejado su marca en estos tanques con una técnica que él mismo define como llena de sentimiento, por lo que está considerando volver a dedicarse a este arte de forma más activa.

Además de los tanques, también pintó con los mismos diseños los sombreros wayús entregados al presidente Gustavo Petro; a María Lorena Gutiérrez, presidente de Grupo Aval; Laura Sarabia, directora del DAPRE; y a Juan Manuel Rojas, presidente de Promigas; entre otras personalidades, a quienes tuvo la oportunidad de explicarle su obra.

Sin embargo, para este pintor nativo de Villanueva al sur de La Guajira, lo más gratificante en la realización de este trabajo fue el compartir con los menores de estas comunidades, quienes participaron de forma activa atraídos por la curiosidad en la combinación de los colores y la realización de esta obra.

“Quedé comprometido con la comunidad, en venir acá a darle clases de dibujo, porque aquí hay mucho talento, que necesita que yo lo ayude. Ellos mismos comenzaron a desarrollar sus dibujos y es maravillosa la de idea que tienen, solamente hay que pulirlo. Son unos diamantes en brutos”, afirmó el pintor.

Es de señalar que esta alianza público-privada para encontrar soluciones estructurales en seguridad alimentaria, inclusión productiva, acceso de agua y energía a comunidades wayú de Manaure y Uribia.

En total se entregaron soluciones de agua y alimentación para 487 familias de 9 comunidades, las cuales representan alrededor de 3.500 personas beneficiadas.

Las otras soluciones fueron la perforación y construcción de dos pozos de 120 metros de profundidad, también asistidos por energía solar, que incluyen un tanque de almacenamiento de 10.000 litros, con los cuales las 102 viviendas de las comunidades de Pondore y Chispana tendrán por primera vez acceso a agua. Por último, se reparó un pozo que beneficiará a 26 viviendas de la comunidad Kaykashi.