Denuncian que dinero para alumbrado público en Santa Marta se gastó hasta en anchetas

En medio de la crisis de agua y luz que enfrenta Santa Marta, surge un nuevo escándalo relacionado con el alumbrado público, un servicio cobrado a una tarifa alta, pero prestado con notables deficiencias, según denuncia la ciudadanía.

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Desde 2019, el alumbrado público pasó a ser operado por Essmar, y de ahí bajo un contrato de prestación de servicio fue cedido durante 10 años a la empresa privada Conlus, justificándose inexperiencia para dicha operación.

Sin embargo, al privado que se le encargó esta responsabilidad se le han evidenciado numerosas falencias desde entonces, afectando a la ciudad y sus residentes, quienes pagan obligatoriamente por este servicio, a través de la factura de la luz.

Precisamente ante las condiciones precarias del alumbrado público en la capital del Magdalena, concejales como Pedro Gómez han solicitado una investigación sobre la asignación de los fondos destinados a este servicio.

La Personería Distrital, en respuesta a las quejas, inició una revisión de las inversiones realizadas por Conlus, revelando un posible uso irresponsable y derroche de los recursos públicos.

A pesar de que los fondos del alumbrado público tienen una destinación específica por ley, el personero Edward Orozco ha señalado que, “en lugar de invertirse en mejoras y renovación de luminarias, se han destinado a gastos excesivos en viajes, comida y lujos”.

Precisó el Ministerio Público que de un recaudo de $ 182.555.788.706 entre 2019 y 2023, quedaron libres $ 51.758.625.770, que debían destinarse al sistema de alumbrado público, pero no fue así.

Por el contrario, los hallazgos revelados indican que hubo pagos dobles por los mismos servicios, contratación de personal, pago de deudas de Essmar y otros gastos como alquiler de oficinas y camionetas blindadas, pago de salud y compras de anchetas navideñas, botellas de licor y otros gastos innecesarios.

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El personero ha anunciado que se han enviado copias de los hallazgos a la Fiscalía General de la Nación, Contraloría Distrital, Procuraduría General de la Nación y al Personero Delegado para la Vigilancia Administrativa y Asuntos Disciplinarios.

Orozco cuestiona la falta de supervisión y vigilancia por parte de la Alcaldía y Essmar, dándole toda la libertad a Conlus para que haga mal uso de los recaudos por concepto del alumbrado público.

Estos hallazgos podrían ser solo la 'punta del iceberg' de la malversación de fondos públicos, y los responsables, incluidos exgerentes de Essmar, deberán rendir cuentas por sus acciones.
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​EL TIEMPO intentó contactar a la Essmar para conocer su posición frente a estas denuncias, pero hasta la publicación de esta noticia no hubo pronunciamiento.