COP16, una oportunidad de alinearnos con la protección de la biodiversidad

hace 2 semanas 2

En seis meses, Santiago de Cali será anfitrión de la COP16, el evento más importante a nivel mundial de discusión y negociación sobre política, conservación y uso responsable de uno de los mayores patrimonios naturales del planeta y sobre todo de Colombia: la diversidad biológica.

Se recibe en un momento de la historia ambiental local y regional complejo, con cifras preocupantes de deforestación, escasez de agua e incendios causados por el ya declinante Evento Niño y el inadecuado manejo integral de las cuencas hidrográficas.

A esto se suma un escenario angustioso frente a la significativa disminución de recursos que se proyecta asignar al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, en el marco del primer borrador del PGN para el 2025, lo cual impacta negativamente la imperante necesidad de fortalecimiento de los recursos de CTeI para la investigación básica y aplicada de la flora y fauna continental y marina.

Queremos un país en el que la bioeconomía sea un pilar de crecimiento social y económico, de la mano con la naturaleza. Reducciones presupuestales en este sentido son contradictorias. No hay duda de que Colombia tiene una oportunidad excepcional de mostrar de primera mano sus avances en materia de políticas enfocadas hacia la biodiversidad, como también hechos concretos, por ejemplo, la declaración del 30 % de áreas marinas protegidas dando cumplimiento, al menos en su territorio marítimo, de la meta 30-30, acogida en el Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal en 2022.

La riqueza natural del país está tanto en el continente, como en los océanos y costas, ambos dinámicamente conectados por el entramado de ríos y aguas subterráneas...

El Gobierno nacional ha nombrado este evento “COP16 Colombia, Paz con la Naturaleza”, como lo destaca la página oficial del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. Es una manera acertada de denominarlo, siempre y cuando se entienda que la riqueza natural del país está tanto en el continente, como en los océanos y costas, ambos dinámicamente conectados por el entramado de ríos y aguas subterráneas que bañan el territorio nacional y que permite autodenominarnos país de cuatro mares: Caribe, Pacífico, ríos-lagos-lagunas y el mar de aguas subterráneas.

Dicho de otra forma, la matriz natural y cultural de este país es el agua, la paz hay que hacerla con el recurso hídrico dulce y salado, porque de allí se soporta la vida, nuestra megabiodiversidad, pero también la cultura y el desarrollo económico de Colombia. No hay que olvidar que las raíces colombianas están apalancadas en los pueblos fluviales y marítimos que se forjaron y han recorrido el territorio nacional.

Que esta Conferencia de las Partes sobre la Diversidad Biológica deje a Colombia fuertes alineaciones entre directrices con realidades, responsabilidad social con sostenibilidad, desarrollo económico con conservación, cultura con naturaleza. Muchas veces se dice que no hay un plan B para un mejor futuro ambiental. Si lo hay, está en el tesoro de la biodiversidad y la llave para abrirlo y aprovecharlo adecuada y responsablemente es la COP16.

Read Entire Article