Bucaramanga, en una final de infarto venció a Santa Fe en penaltis y es el nuevo campeón del fútbol colombiano

hace 1 semana 3

Cuando los hinchas de Bucaramanga invadieron su cancha, no era una provocación, era un presentimiento, creían ciegamente en que la estrella, la suya, la amarilla, estaba amarrada, no les importó provocar al león de Santa Fe, estaban tan crédulos en su heroísmo que en el partido final en Bogotá esos leopardos fueron los reyes de la selva, ganaron por penaltis y se convirtieron en campeones, por primera vez campeones. 

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Lo que luchó Bucaramanga debe quedar escrito. Tanto coraje, tanta valentía. Bucaramanga fue un equipo empeñado en ser campeón, y en el partido de vuelta en Bogotá no se dejó intimidar por nada, no le importó la lluvia torrencial ni la cancha empapada ni los penaltis, fue un equipo de oídos sordos ante la furia local, no les afectó la algarabía de los leones, al contrario, fue un equipo motivado. Tampoco le importó empezar perdiendo, cuando a los 9 minutos Rodallega metió el 1-0 que hizo delirar a la afición santafereña. Nada de eso intimidó a los leopardos. Esos jugadores fueron una raza guerrera. Dieron la más digna de sus batallas. Al minuto 29 un pedacito de estrella ya estaba entre sus manos cuando Córdoba aprovechó un pase filtrado, quedó tan solo, que parecía que la defensa de Santa Fe no existía, remató con elegancia y fue el 1-1, el resultado que los hacía campeones.

Bucaramanga campeón

Bucaramanga campeón

Foto:Mauricio Moreno. EL TIEMPO

Santa Fe, que arrancó el partido decidido a demostrar su furia y su ímpetu, se quedó muy rápido, se le refundió la pelota, se ahogó en ese mar que era la cancha de El Campín, sin fórmulas, sin ser el equipo que solía ser. 

Nadie está preparado para perder, pero al término del primer tiempo un aterrador silencio se paseó por el estadio bogotano, los hinchas cardenales no querían hablar, no querían lamentarse, no querían nada, en el fondo de sus almas empezaron a sentir que esta final tampoco sería la suya, que esta estrella tampoco estaría en su escudo. Bucaramanga ya no estaba a 90 minutos de la gloria, estaba a solo 45 minutos... y unos penaltis. Así de cerca, así de lejos.  

El segundo tiempo recién nacía cuando todo el drama le cayó a Santa Fe, pesado y letal. Un tiro de esquina, una pelota dando vueltas en el área, un rebote, un ir y venir de piernas, y Daniel Mosquera empujó la pelota, fue el 1-2 en Bogotá, un gol gritado en toda Bucaramanga. Hay que ser hincha leopardo para entender lo que sentían esa afición.

SantaFe enfrenta  a Bucaramanga, por encuentro válido la Final  de la Liga BetPlay l 2024, en el Estadio

SantaFe enfrenta a Bucaramanga, por encuentro válido la Final de la Liga BetPlay l 2024, en el Estadio

Foto:Foto: Sergio Acero Yate / El Tiempo

Santa Fe lanzó su ofensiva, pero cuando Agustín Rodríguez hizo una chilena y el balón pegó con rebeldía en el palo, toda la afición roja guardó silencio y se estremeció.

Pero los leones dieron su batalla final. Un gol de Millán de cabeza, a seis minutos del final, les prendió una luz. Y al minuto 90, lo impensado, un penalti, un cobro ejecutado por Rodríguez, la serie empatada y todo el drama trasladado a los penaltis. 

Pero Bucaramanga no se iba a dejar quitar la estrella por la que tanto lucharon. En esa tanda definitiva apareció el portero Aldair Quintana para ser, como lo ha sido, otra vez figura. Cuando Millán, el defensor cardenal falló su remate, El Campín se derrumbó y toda Bucaramanga lanzó su grito eterno de campeones. Merecidos campeones. 

PABLO ROMERO

PERIODISTA DE ELTIEMPO

@PabloRomeroET

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