Atlético Bucaramanga, de la ilusión de 1997 a la fiesta de hoy: así había sido su única final hasta ahora

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Los fanáticos del Atlético Bucaramanga llevaban toda la vida esperando una estrella. Desde su fundación en 1949, el Leopardo era el único equipo de los 14 tradicionales socios de la Dimayor que jamás había levantado un título. Ese maleficio se acabó, por fin este sábado. 

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La primera estrella del Bucaramanga brilla desde este sábado, con un batacazo en El Campín contra Santa Fe. El venezolano Rafael Dudamel logró así su segunda corona en Colombia como técnico, tras haber ganado la Liga con el Deportivo Cali en 2021-II.

Muchos de los actuales hinchas del Bucaramanga no vivieron, o no recuerdan muy bien, la última final que había su equipo, por allá en diciembre de 1997. 

A finales de 1994, los dirigentes de los clubes aprobaron cambiar el formato de la Liga para adaptarlas al calendario europeo y en 1995 se jugó un torneo relámpago de seis meses, en el que Junior salió campeón. Ese semestre, Bucaramanga estaba en la B y volvió a subir. 

El experimento ‘a la europea’ resultó un fiasco y solamente se jugó un torneo así, en 1995/96, que ganó Cali. Cuando la siguiente temporada estaba en marcha, se cambió el sistema y se alargó el campeonato hasta diciembre. Allí, Bucaramanga fue finalista.

América iba a ser campeón en junio. Pero la Dimayor decidió que ese equipo clasificara a una final para enfrentarse, en diciembre, con el ganador de otro torneo de seis meses.

La emotiva clasificación a la final en 1997

Bucaramanga, dirigido por Carlos Mario Hoyos, clasificó a los cuadrangulares en el tercer lugar, detrás de Millonarios y Cali. El sorteo lo dejó en el mismo grupo con los azules, Junior y Cortuluá. Solo el primero clasificaba a la siguiente instancia. Y lo hizo con una goleada 0-4 en Barranquilla.

El paso a la final se definió en un duelo mano a mano con el Quindío, que ganó el otro cuadrangular por delante de Once Caldas, Nacional y Cali. En la ida, Bucaramanga ganó 2-1, con goles de Gustavo ‘Misil Restrepo y Orlando Ballesteros. Descontó Miguel Marrero, de penalti. En la vuelta, Quindío ganaba 1-0 con otro tanto de penalti de Marrero. Pero Ballesteros, que por esa época aún era el ‘Fantasma’, marcó el gol de la clasificación en el minuto 90.

Fue tanta la emoción de un lado y la emoción del otro, que a los jugadores de los dos equipos se les olvidó que, como el juego quedó empatado, había que ir a desempate desde el punto penalti para jugar por un punto más, como lo establecía el reglamento de la época. El árbitro del partido, Rafael Sanabria, tuvo que llamarlos... Pocos recuerdan que Quindío ganó 3-2. Ya para qué...

Al final, América, que se había quedado afuera de los cuadrangulares y descansó casi mes y medio, llegó fresco y ganó los dos partidos de la final: 0-1 en el Alfonso López, con gol de James Cardona, y 2-0 en Cali, con tantos de Adolfo Valencia y Julián Téllez. El premio para Bucaramanga fue su primera, y única hasta ahora, clasificación a la Copa Libertadores.

Ahora, Bucaramanga tuvo que sufrir para levantar su primera estrella. Había ganado bien en casa, 1-0. En El Campín llegó a estar dos goles arriba, pero Santa Fe ganó 3-2 y forzó el desempate desde el punto penalti que ahora está en la historia del equipo. 

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