Taxistas estarían pasando aceite por ley que los tiene varados; va más allá de las plataformas

hace 1 mes 4

author

Redactor     May 16, 2024 - 11:08 am

El sector de los taxistas en Colombia atraviesa una dura situación que los ha motivado a manifestarse y movilizarse por varias ciudades del país,  exigiendo ajustes gubernamentales alrededor del transporte ilegal.

Sin embargo, más allá del auge mediático que ha despertado todo tipo de críticas contra los bloqueos por parte de algunos integrantes del sector, existe una serie de causales que ha hecho que muchos taxistas salgan a manifestarse, de manera pacífica, y que va más allá de la lucha contra las plataformas.

(Vea también: Listo subsidio para taxistas; será de hasta 100.000 pesos y hay requisitos para obtenerlo)

Pulzo habló con Ernesto Sandoval, director de comunicaciones de la Federación Nacional de Taxismo (Fedetax) y representante del gremio en Bogotá ante la Federación Nacional de Comerciantes empresarios (Fenalco), quien explicó cuáles son los principales problemas por los que los taxistas de Colombia estarían pasando aceite.

Sandoval reconoce que las recientes manifestaciones son el producto de “un sector que está muy golpeado con el tema del transporte ilegal”, pero también manifestó que esta situación ha crecido gracias a algunos problemas normativos de base que se remontan a años anteriores.

Y es que, aunque el uso de vehículos particulares para prestar servicio público es ilegal en Colombia y, por obvias razones, afecta a los conductores legales como los taxistas, la situación del gremio también se ve muy afectada por problemas que anteceden al auge de las plataformas digitales.

Así las cosas, el sector enfrentaba una serie de problemas anteriores que, al combinarse con el crecimiento del transporte ilegal, propiciaron el coctel perfecto para acrecentar y empeorar la coyuntura. 

El representante dijo que todo se trata de un problema en la competitividad que se ha incrementado y ha hecho que muy pocas personas vean rentabilidad en el negocio de transporte legal, y eso se evidencia en las cifras de reposición de taxis en el país:

“Antes había un interés del mercado en la reposición de vehículos nuevos por vehículos antiguos (taxis). Hoy en día eso ha bajado en un 80 o 85 por ciento ya que la gente no ve interés en el sector, porque al lado hay una cantidad de actores particulares no normados que han cogido ventaja”, le contó Sandoval a Pulzo.

Normas obsoletas y multas costosas tienen en jaque a los taxistas

Pero, aunque esto ya es conocido, al problema se le añade una normativa considerada obsoleta que lleva más de 20 años en vigencia y desmotiva a los trabajadores de taxi, pues, afirma el entrevistado, exige cosas que ya no sirven y, en caso de no cumplirse, impone cuantiosas multas que hacen menos rentable el negocio.

“Las normas están anquilosadas y los municipios piden muchas cosas que ya no sirven. Esto ha llevado al punto de que los taxistas, en un porcentaje interesante, decidan trasladarse al transporte ilegal donde no hay normas”, dijo el representante.

Se trata del decreto 1553 de 1998, que fue derogado por el 172 de 2001 y que reglamenta la prestación del servicio público de transporte en taxis para Colombia, el cual, por el avance de las plataformas digitales y el crecimiento en el uso de transporte ilegal, requiere de algunas configuraciones que le brinden nuevas posibilidades al gremio pero que también, manifiesta, le den nuevos deberes a los conductores. 

Entre los principales ajustes que solicita el sector para este decreto, afirma Sandoval, se encuentra la capacitación gratuita y virtual para obtener la tarjeta de control, aquella identificación que autoriza a los choferes a prestar el servicio y que se suele ver al respaldo de la silla del mismo.

El ajuste, además, debe garantizarle al cliente la identificación de quien lo transporta, la tarifa y los detalles del viaje, pues algunos pocos inescrupulosos, que no representan al gremio, se aprovechan del desconocimiento para abusar de las tarifas en este servicio, algo que es ilegal. 

Estos cambios se solicitan con el objetivo de recuperar la confianza de la ciudadanía que, explica Sandoval, se ha perdido en la relación entre taxistas y algunos usuarios:

“Nosotros hemos perdido un poquito de confianza con la ciudadanía y tenemos que devolver eso, entonces debe haber una traza de la identificación, de la ruta y de los precios”.

Un cambio en la norma abriría paso al avance tecnológico que impulsaría nuevas medidas para identificar a los taxistas y darles más confianza a los clientes, quienes, en algunos casos, se han trasladado a las plataformas usadas para el transporte ilegal por la misma razón.

¿Qué tiene que ver la Secretaría de Movilidad de Bogotá en estas inconformidades?

Algunos líderes y representantes del sector como Ernesto Sandoval consideran que la secretaría distrital tiene mucho que ver en este problema, puesto que ha cumplido un papel de “perseguidora” del gremio, refugiándose en la misma ley que muchos catalogan de obsoleta.

“La Secretaría de Movilidad es un persecutor permanente sin que ayude en nada. Aquí llegan a las instalaciones y uno empieza a temblar por cuánto es la multa por una cantidad de cosas que no existen”.

Según el representante, los operarios de la secretaría “se pegan a la letra de la norma” y terminan imponiendo “sanciones injustas” o “buscando agujeros” para amonestar a los empresarios y conductores del servicio, quienes, así presten un buen servicio, terminan con estos castigos monetarios.

“Las secretarías de tránsito de Antioquia, Pereira o Manizales, por ejemplo, sí tienen en cuenta la dinámica del sector y sus oficios salen con un sentido que va más de acuerdo con la realidad, la coherencia y lo justo”, dijo Sandoval.

Presuntas amenazas y amedrentamientos por parte de conductores ilegales

Finalmente, Ernesto concluyó diciendo que a toda esta situación ya se le suman los presuntos casos de amedrentamientos contra los agentes de tránsito, quienes serían intimidados por grupos de conductores ilegales cada que les piden revisiones matutinas.

“Apenas detienen a un conductor ilegal para pedirle una revisión, llegan 6 o 7 personas a amedrentar a la Policía. Eso sí me parece delicado y peligroso”, concluyó Sandoval.

Para el representante ante Fenalco, esto podría ocasionar que el problema del transporte ilegal se salga de las manos institucionales y se convierta en un problema aún más difícil de resolver, más aún, cuando, expone, estos grupos son llamados a mesas de diálogo con los taxistas como si fueran actores legales.

Lee todas las noticias de nación hoy aquí.

Read Entire Article